El
otro día medio millón de homófobos franceses salió a la calle para protestar
contra el matrimonio entre personas del mismo sexo, medida que ha sido aprobada
y declarada constitucional por las autoridades competentes. Uno de los lemas me
llamó la atención. “Contra la familifobia”, dicen, los muy imbéciles. Como si
las leyes de matrimonio igualitario buscaran destruir la familia. Como si esa familifobia
contra la que claman existiera…
O
igual existe. Igual no es una paranoia de católicos pasados de incienso, sino
una descripción de la realidad. Podríamos negarlo, podríamos simplemente decir
que nadie busca destruir la familia sino abrirla a nuevos modelos, más acordes
a los tiempos. Que lo único que está en crisis es la familia nuclear. Pero ¿qué
demonios? Sería mentira. Los católicos franceses tienen razón. Vamos a
afirmárselo. La familia es una mierda que está herida de muerte, sangra por un
millar de sitios y no se va a poder recuperar. La homoparentalidad, las
familias reconstituidas, los swingers… son estadios de transición hacia un
nuevo modelo de organización social. ¡Muerte a la familia, paso a la manada!
¿Qué
es la manada? La manada es todo lo que no es la familia. La familia se basa en
la obligación, la manada se basa en la voluntad. Naces en una familia, creces
en una familia, y aunque te largues de casa (a fundar tu propia familia, claro)
sigues estando vinculado a tu familia de origen. Sigues teniendo que ver a
todos esos parientes que no aguantas, sigues ligado a ellos aunque no quieras y
no puedes irte más que de forma traumática. ¿Quién quiere eso? Sólo el mero
azar impide que nazcas en medio de una panda de maltratadores incapaces de
criar a una persona o de establecer algo que no sea una relación tóxica. Y aun
cuando caigas ahí, habrá quien te recrimine que les dejes atrás y te olvides de
ellos hasta que mueran.
Donde
la familia establece lazos de obligación y de jerarquía (hombre-mujer,
padres-hijos) la manada habla de afecto y cuidado recíproco. En la familia hay
posiciones con roles determinados que determinan el tipo de amor que dan y
reciben: no es lo mismo el amor de padre que el amor de madre o que el amor de
hermano. Los roles de estas personas son distintas: el padre y la madre no se
dedican a los cuidados por igual, no mandan por igual, no trabajan fuera de
casa por igual y no tienen igual reconocimiento social. El rol termina
definiendo a la persona: Raquel no es Raquel, es la madre de esa familia, y
como madre tiene unos deberes y una posición que no tiene Jacobo (que es el
padre) ni Julián (que es el abuelo) ni Andrea (que es la hija).
En
la manada no hay roles: en la manada hay personas. En mi manada Antonio hace
las cosas que Antonio sabe hacer. Mi relación con Antonio es única y no se
parece en nada a mi relación con Teresa, aunque seamos de la misma manada. Como
no hay roles no hay jerarquías. Nadie manda sobre nadie en la manada: las
decisiones se toman en común y por consenso, buscando un acuerdo que satisfaga
a todo el mundo. Nadie usurpa la voz de nadie. La empatía, el afecto y el
sentido de grupo presiden las decisiones en la manada: si esto deja de ser así
no podemos hablar de manada sino de grupo de amigos, empresa o familia. Una
manada no está definida por su forma, al contrario que una familia, sino por lo
que hay dentro: una manada en la que el amor y la empatía han desaparecido no
es una manada, sea cual sea la relación social o jurídica que tengan entre sí
los miembros.
Todo
el mundo cuida de todo el mundo en la manada. Mientras el mundo de fuera siga
siendo hostil la manada protege a sus miembros. La manada no deja a nadie
atrás. En consecuencia, los miembros de la manada no se hacen daño entre ellos:
si algo así pasa, el asunto debe tratarse, debe hablarse y debe resolverse. No
hay orgullo en la manada: hay humildad y los errores se reconocen, se subsanan
y se intenta no cometerlos de nuevo.
¿Puede
existir algo así? Sí. ¿Puede incorporarse todo el mundo a una manada? A algunos
les costará más que a otros. ¿Se beneficiarán de esta incorporación? Si se hace
bien, sí. ¿Es un modelo más natural que la familia monógama y nuclear? A quién
le importa. ¿Es un modelo mejor que la familia monógama y nuclear? Sí, porque
proporciona más felicidad a sus miembros. ¿Es un modelo carente de problemas?
No. Y, finalmente: ¿es un modelo llamado a sustituir a lo que tenemos
actualmente?
Sinceramente,
espero que sí.