La tecnofobia es una actitud que no
entiendo. Ya he escrito un post sobre el tema, pero quiero volver sobre
ello a raíz de una de sus manifestaciones más comunes: el lamento, desgarrador
y apasionado, de que la gente ya no habla en el transporte público. Todos mirando
la pantallita, ninguno mirando a sus compañeros. Oh, ah.
Yo, la verdad, no sé en qué mundo viven
estas personas. Basta con mirar imágenes antiguas de cualquier transporte
público del mundo para ver a todo el mundo parapetado tras enormes periódicos. Y
hace cinco años, cuando aún no había smartphones… pues en realidad tampoco
sabría decir lo que hacía la gente en el transporte público, porque siempre iba
con la nariz en un libro. La mayoría escucharía música, leería o miraría por la
ventanilla. Pero sí sé decir lo que no hacían: dirigirse la palabra para
entablar amistosas conversaciones con desconocidos.
¿Y sabéis qué? Que menos mal.
Debe ser que yo soy raro, pero cuando
estoy en el transporte público, como cuando voy andando por la calle o estoy
sentado en un banco, quiero estar a mi bola. Creo que tengo derecho a ello,
además. No quiero aguantar la cháchara de nadie, pero mientras que en la calle
o en un banco puedo eludirla, en el transporte público no. Me parece una grave
falta de respeto que alguien decida invadir mi espacio mental y empezar a
contarme su vida, que no me interesa, aprovechando que no puedo moverme. Sobre todo
teniendo en cuenta que a la gente que realiza esa infracción inicial de las
normas de trato social suele darle igual ocho que ochenta y no parará hasta que
no sea cortada de forma brusca.
Y por suerte yo tengo todos los ases en
la mano: soy un hombre (no se espera de mí que sea complaciente o amable, o al
menos no en el mismo grado que una chica) y no tengo problemas de timidez o
fobia social (con lo cual tengo la capacidad de mandar a freír monas a quien
haga falta), con lo cual puedo cortar rápidamente las intromisiones indeseadas. Pero no todo el mundo ha tenido la misma suerte. Cuando el otro día hablé de este tema
en Twitter me empezaron a contar anécdotas muy absurdas de gente que iniciaba
conversaciones no deseadas y no paraba pese al obvio desinterés, a veces
durante horas. La mayoría de las personas que me contaron casos de esto, por no
decir la totalidad, eran mujeres.
Las personas a las que más aborrezco de
todo el Metro de Madrid son Conciencia Urbana, un dúo musical que va
improvisando sobre los diferentes pasajeros que hay en el vagón con el objetivo
de “fabricar sonrisas”. Y a mí me toca las narices, porque para fabricarme una
sonrisa lo que deberían hacer es callarse. Yo en el transporte público voy o
leyendo o durmiendo. Alguien que pasa pidiendo o que canta una canción me lo
impide, pero bueno, es su trabajo y no me importa. Alguien que se tira sus
buenos cinco minutos cantándome a la oreja ya empieza a molestarme. Y si encima
pretende meterme en su espectáculo y dice que lo hace para fabricarme una
sonrisa acabo sinceramente cabreado.
Y si me molestan los Conciencia Urbana,
que al menos hacen algo ingenioso y creativo, cómo no me va a molestar la gente
que inicia una especie de monólogo apenas interrumpido por pausas en las que
esperan (¿de verdad lo esperan?) que contestes. ¿Serán éstas las mismas personas
que se quejan de los smartphones, de que todo el mundo lleve en el bolsillo un
aparatito con el cual pueden dejar patente que no les interesa su brasa? Sería genial
pensar que sí, que quienes se quejan de “los aparatitos” son pesados
profesionales, pero yo me inclino más bien a creer que se trata de soberanos
hipócritas que tienen su teléfono inteligente, como (casi) todo el mundo, y que
lo emplean en el transporte público, como (casi) todo el mundo. Preferentemente
para quejarse de que los demás están haciendo lo mismo.
No voy ni siquiera a defender los
smartphones como elementos de comunicación, que sirven para estar hablando con
tu mejor amigo en vez de atendiendo a tu alrededor. Me da igual. Aunque a ti
personalmente te sirvan sólo para ver vídeos de gatetes yo los defiendo, igual
que defiendo el periódico, el libro y los cascos de música. Que viva todo
elemento que permita aislarte de intromisiones indeseadas, meterte en tu mundo
y no relacionarte con nadie con quien no quieres hablar. En definitiva, que
viva el respeto a la esfera personal.
Te pongo un caso que me ha pasado. No en el transporte público (que también): en un examen de una oposición, allá por 2014 (obviamente no se permitían móviles).
ResponderEliminarA raíz de una tipa que estaba gritando, miré a la señora que estaba sentada a mi lado y dije "joder, cómo está el patio". Craso error. La señora me empezó a contar su vida, justo antes de la primera prueba. Las primeras veces le contestaba "por educación", pero luego me limité a sonreír y mirar para el papel. Por suerte no se decidió a conversar durante el examen... aún. Sólo miraba descaradamente para mi examen (en la carrera siempre me dieron igual estas cosas, pero en una oposición... como que no).
Llega la siguiente prueba, en la que identificamos imágenes de un Power Point (cada 30 segundos, cambia de diapositiva y suena un silbato). Salta el protector de pantalla, algunos ríen, y la tipa se pone a hablarme tranquilamente (repito, durante el examen) "jo, es que no sé cómo no lo podían haber previsto"; de hecho, mientras los miembros del tribunal trataban de adivinar cómo salir del modo Presentación y volver atrás, escuchándose un silbato cada 30 segundos, la tía sigue comentandome (sólo a mí) durante un rato la situación, mientras de reojo la miro con ojos de psicópata. Que vale, que no comentaba nada del examen, pero además de desconcentrarme, corría el riesgo de que nos echasen a los dos.
Llega la tercera prueba, la del Tema; que en mi especialidad, es la que más miedo me da por aquello del sorteo. La tía se pone a contarme otra vez su vida antes del examen, y le digo "la verdad es que en momentos como éste, necesito PONER EN ORDEN MIS PENSAMIENTOS EN SILENCIO, sobre todo si cae un tema que no sea de los que mejor sé". Y la tía, en vez de captar la directa, me sigue hablando como si no le hubiese dicho nada, así que fui ligeramente borde con ella: "Mira, no quiero ser grosero, pero te acabo de decir que no me apetece hablar antes del examen, deberías hablar con la chica de tu izquierda o el chico de delante, porque yo no quiero conversación".
La dejé descolocada, y de hecho me hizo caso: esperó a que empezase el examen para volver a hablarme. Hacen el sorteo y caen 4 temas, a escoger uno; aunque ninguno fue de los que más se estudia la mayor parte de la gente, uno de ellos es mi favorito, así que sonreí, y me dice "¿por qué sonríes? Son temas malísimos!!". De reojo noto que está sin escribir mientras yo voy por la segunda carilla. De ello, ella mira descaradamente hacia mi examen hasta que hago ademán de mirar para ella y ella dismula. A los 10 minutos, se levanta, sale por mi lado y me dice: "hala, que tengas suerte".
Repito, durante el puto examen de una oposición.
Pero... pero... pero... xDDDD
EliminarPero hay gente que no tiene medida ni proporción ninguna. Qué mal, qué horror y qué todo :( Te tienes que reír, claro, pero no debió ser un plato de gusto. ¿Qué haces? ¿Te callas? ¿Llamas para que la echen del examen o la reubiquen? ¿Le dices algo? ¿Y si, como en tu caso, no funciona? Madre mía qué papeleta.
Ahora me descojono, en aquel momento no fue nada agradable. Además, me tocó en un salón de actos bastante grande (300 personas de 2 tribunales) en la fila de atrás de todo y en el pasillo, con lo que pasaba un examinador a mi lado cada poco tiempo; y siendo mi primera opo, estaba acojonado, y más con la pesada de al lado.
EliminarNo descarto volver a encontrármela (con lo rápido que salió del tema, no tuvo plaza y por la edad que tenía, estará haciendo sustituciones)... sólo espero que no se siente a mi lado en 2016...
No, si no me extraña. Tuvo que ser una situación tensísima. ¿Esa señora no sería consciente de que podía joder no sólo tu examen sino también el suyo si alguien se pensaba que estabais copiando?
EliminarYo sospecho que era interina (o sustituta con una interinidad). Si tenía un cero, conservaría su puesto en las listas, y así seguir con interinidades año tras año hasta las siguientes opos).
EliminarSalvo, claro, que le tocasen tema y caso práctico de los que mejor se preparó (cosa que no le pasó).
Ah, o sea que fue a probar suerte y le daba igual aprobar o suspender... y de camino joderte a ti. Pues qué bien, qué majo.
EliminarA mí me ha pasado bastantes veces y con el tiempo he desarrollado la capacidad de cortar por lo sano, la vida es demasiado corta para escuchar chácharas que no van a ningún lado. Totalmente de acuerdo contigo.
ResponderEliminarDesde luego. La gente se atufa, pero es lo mejor. Tiene narices que empiecen conversaciones indeseadas y luego el malo seas tú.
EliminarA mí me ha pasado un par de veces. Una tuve una conversación amena y afortunadamente breve. La otra solo quería que me dejarán tranquilo y lamentablemente en lo de cortar a la gente no soy muy hábil. Da la casualidad que al coprotagonista de esta última anécdota le vi muchas más veces después (cosas de pillar el bus a la misma hora) intentando entablar conversación con todo el pasaje. Viéndolas venir y conociéndole opté por ponerme los cascos y cerrar los ojos. Le tocó a otro aguantarle.
ResponderEliminarPor suerte te tocó uno de persistencia media, de los que no se atreven a pasar por encima de unos cascos y unos ojos cerrados. Que he leído unas anécdotas estos días que madre mía.
EliminarEl caso de la oposición ha sido tremendo (de hecho, antes de algún examen me he topado con gente así, que te ve repasando con cara de loca y cree que está bien darte charleta...), pero ¿qué pasa cuando VIVES con alguien así?
ResponderEliminarPorque mi compañera de piso es así, una persona con la que te topas en la cocina a las 7 de la mañana, y mientras pides la extrema unción, ella te cuenta TODOS sus planes del día, y los de su hija (es divorciada, y su hija vive con el padre a semanas alternas... que no es un tema por el que yo le haya preguntado, pero ella ha considerado que sí me interesa, así que lo sé), y los de sus sobrinos...
O te pones a fregar los platos y se te acoda en la encimera junto al fregadero, a 20 centímetros de ti, a seguir contándote cosas, y cuando tratas de aportar algo a la conversación no te escucha, sino que te interrumpe, porque es obvio que lo que ella tiene que contar es más importante...
O estás en el sofá muy tranquila viendo una película, con tu móvil, papeles y el mando al lado, y el portátil en las rodillas, y se te sienta justo al tu lado (habiendo otro sofá libre), con lo cual tienes que recoger tus cosas, y cerrar el portátil para que no se ponga a atisbar qué haces o dejas de hacer, y dejar de ver la película, porque en lugar de dejarte oír, sigue contándote sus cosas...
Y luego un día que te ha cogido por banda en el pasillo, mientras tú intentas entrar en tu habitación y cerrar la puerta para salir de la charleta insulsa a la que llevas media hora respondiendo "ahm... vale... ahmmm... vale...", te suelta la pregunta-encerrona por antonomasia: "yo estoy muy a gusto en este piso, ¿tú estás a gusto?..."
Y contestas "eeeehhmmmmmsí?"
Y te sientes como la mierda.
Ojalá esto fuera el bus y no mi casa :(
Mis condolencias, colega. Mis más sentidas condolencias. Menudo infierno tiene que ser eso. Porque el cielo no existe, que si no lo tenías ganado.
EliminarUna cosa que me flipa de estas personas es que tanto le podrían estar hablando a una persona como a un generador de respuestas aleatorias. No les interesa la respuesta, tus ideas o tu opinión: les interesa contarte detalladamente su vida, lo que hicieron, lo que pensaron y cómo reaccionaron ante cada tontería insulsa que les pasó.
Me ha gustado el post y el comentario sobre las nujeres. A mí me ha pasado que, yendo sola, ignoro a los que me hablan o como mucho una mala contestación y paran. Sin embargo yendo con otras mujeres (sobre todo un poco mayores) se escandalizan ante mi actitud. Supongo que es algo que tienen inculcado pero de verdad no entiendo por qué nadie tiene que aguantar pesados.
ResponderEliminarGracias a ti por comentar, me alegro de que te haya gustado :)
EliminarEs muy triste eso que cuentas :( Que alguien se sorprenda al ver cómo una mujer defiende su esfera personal puedo entenderlo (desgraciadamente es algo raro), pero que se escandalice... buf :/
Mi caso no es de transporte público pero reconozco que soy una presa fácil, la desventaja de que te guste hacer fotos de paisajes y arquitectura es que montas el chiringuito y ahí te quedas, esperando el momento y brillando como una bombilla en la noche para los cansinos. Me he encontrado desde el que te cuenta historias sobre lo que estás fotografiando (éste al menos es interesante) hasta el que se tira una hora de reloj de monólogo sobre su familia, el tiempo y política y que tienes que mandarlo a casa porque se está cogiendo una insolación. O el senderista que en mitad de la nada se para a contarte que viene al monte a disfrutar de la soledad y a encontrarse consigo mismo xD
ResponderEliminarEstoy totalmente de acuerdo en que son casos "yo he venido a hablar de mi libro" y les da igual cualquiera de tus intervenciones que te responderán con un "ajá" y seguirán con la letanía.
Lo más sorprendente es que por muy educado que seas al decirles que te dejen en paz se ofenden como si te hubieses acordado de sus muertos.
xD Si es que al final la única forma de andar seguro por la vía pública va a ser no pararse ni para esperar en un paso de cebra y caminar a una velocidad constante.
EliminarY es totalmente cierto. La única forma de que se vayan sin exteriorizar su cabreo es que te pongas a pasar de ellos ostensiblemente. Si les cortas y les pides que, por favor, se callen... pues lo que dices, se cogen un rebote que madre mía.
Mira que llevo tiempo diciendo que a Sócrates no se lo cargaron por corromper a la juventud, ni por ofender a las divinidades de la polis, sino por dar la brasaza, lo que pasa es que decir eso en el juicio quedaba así como muy poco solemne. Que oye, que está muy bien que sepas razonar y hacer mayeútica, ¡pero tío! ¡No con el 1º que pase y hasta que ya no pueda más!
ResponderEliminarLo cual me recuerda una vez más al tío broncas con el que estuve viviendo durante 5 años en lo que estuve haciendo la carrera. Llegaba la cosa hasta tal punto, que ya te podías estar jiñando por la pata abajo, que aunque fueras al baño y cerraras la puerta, el asunto seguía con el andoba hablándote a gritos a través de la puerta cerrada.
Lo de las mujeres, me temo que por tema de educación es cierto. Mi madre sin ir más lejos, es una persona a la que le cuesta horrores decir "adiós", no te digo ya mandar a la mierda a alguien que le esté dando la chapa.
xDDDDD Si hemos de creer a Platón, el mismo Sócrates se definía a sí mismo como un brasazas, un tábano que no deja en paz a la gente ni siquiera cuando está durmiendo. Hoy en día sería de los que te dan el coñazo en el Metro, sin duda alguna, pero además con cuestiones políticas. Sócrates hoy sería el taxista que se empeña en hablarte de los putos moros y los putos sudacas, fijo xDDDD
EliminarLo diré siempre ante anécdotas como éstas: la gente no tiene mesura alguna.
Enhorabuena, ya estás en Menéame, ve cerrando comentarioshttps://www.meneame.net/story/todo-dia-metro-maquinita
ResponderEliminarBah, en la noche de un sábado a un domingo no creo que suba demasiado. Gracias por avisar ^^
EliminarPues yo precisamente desearía tener la habilidad contraria, la de 'tener la poca verguenza de' hablar con gente quizás tenga un poco de fobia social. Cada vez que tengo que pedir algo a alguien cosas tan mundanas hora, se me descompone el organismo. Tampoco es que tenga a nadie conocido con quien hablar, de manera oportuna eso sí.
ResponderEliminarYo también me he encontrado con esta gente pero soy un desastre en decir de manera correcta que su charla no me interesa, uno que es muy directo y parece que a pesar de que te invaden tienes que decirselo con con la mayor cantidad de corrección política, vamos vaselina, vaya a ser que se mosqueen y te organicen un numerito.
Un saludo
Uf, la fobia social es una mierda. Conozco a gente que tiene cosas parecidas y es muy limitativo. Aunque yo no diría que su habilidad "contraria" sea la de ser un puto brasas xD
EliminarY sí, como dijo alguien más arriba: o se lo dices con circunloquios y como justificándote y poniendo el problema en ti ("no es que no quiera escuchar su enloquecida charla sobre lo que sea, es que tengo que estudiar") o se cabrean,
Es la lacra de siempre: la gente adora la ignorancia y desde ella opina. De ahí tanta tecnofobia y tanta hostia. De verdad, ya me habrás visto no solo por el comentario que dejé en aquella entrada tuya, sino también por lo que he dicho principalmente en Twitter y Tumblr, es que se me llevan los demonios con tanto niñato (y no tan niñato) que se cree guay diciendo "ay, los móviles y los ordenadores y las máquinas en general, que nos deshumanizan". Un nuevo tipo de ludismo (aunque me digan que no use esa palabra) que en vez de quitarnos el trabajo nos quitan la humanida. Para darles de collejas a la manera clásica, para que no se quejen.
ResponderEliminarSobre el tema de la gente brasas, eso siempre ha existido, no hace falta ningún móvil para darse cuenta de ellos. Esa gente que, como hace poco, te asalta porque sí. Ver a una señora mayor jugando con su móvil y que una mujer a la que nunca ha visto en su vida le empiece a contar los juegos a los que ha jugado y luego desinstalado, ver la cara de circunstancia de la pobre señora que solo quería entretenerse un rato... vamos, tiene tela.
Lo que yo hago en estos casos, a menos que sea alguien conocido o un amigo, es directamente ignorar. Yo si estoy leyendo un libro o un cómic (¡anda, si yo para eso no uso 'maquinitas'!), o estoy escuchando música, es porque quiere un momento para mí. Hay personas que ignoran que tenemos una zona personal, que hay que respetarla y que si alguien no está para charlar, pues no lo está. Que oye, que igual sí hay un momento en que te apetece entablar conversación, pero si ves que esa persona no está dispuesta porque está a lo suyo, qué menos que respetar su decisión.
En vez de eso, la queja de siempre de qué malas son la ciencia y la tecnología, avances caca y demás mierda. Mira que hay pocas cosas que me sacan de quicio, pero joder, ¡joder!, cuando me tocan la fibra sensible.
Debe ser que lo vintage está de moda. Si no, yo no entiendo que haya gente joven que considere que tener la posibilidad de tener un miniordenador que cabe en el bolsillo y con el cual puedes hablar, chatear, mirar cuánto le queda al autobús, buscar una canción que está sonando, contectarte a redes sociales, jugar, hacer fotos y navegar por Internet es peor que no tenerla. Y te lo dice alguien que no tiene smartphone porque no quiere... pero que reconoce que es una maravilla de la técnica.
Eliminar¿Deshumanizante? Venga, seamos serios. Las máquinas pueden quitarnos la humanidad o pueden potenciarla. Y, de todas maneras, ¿qué es la humanidad? ¿Cuál es esa condición de ser humano que nos quitan las máquinas? ¿En qué parte del cuerpo reside? Tienes razón, es ludismo puro.
Yo también ignoro. Al final es lo mejor para que no se te mosqueen...
Vimeeeees déjanos responderte en la entrada sobre maltratadores potenciales COBARDE!!!!! PECADORRR!!! SENSURAAAAAA!!!
ResponderEliminarClaro, para que me lo sigan llenando de misoginia.
EliminarSois como los Sionistas, que en cuanto les recuerdas que hay que respetar los derechos humanos te tachan de antisemita.
EliminarQue nooo, que no os entra en la cabeza. Se puede estar en contra del articulo 13 de la ley 3/2007 (esa que dice que el hombre es culpable hasta que se demuestre lo contrario) sin necesidad de ser misógino.
Cuánta estulticia junta.
JAJAJAJAAJAJAJAJAJAJA. No has leído el párrafo 2 del artículo, ¿verdad, misógino?
EliminarJAJAJAJAJAJA caca culo pedo pis
Eliminar¿Acaso niegas que se ha invertido la carga de la prueba? NO PADRE
¿Acaso niegas que hay discriminación positiva? NO PADRE
Legisladores, feminazis y blogueros como usté sois colaboradores necesarios para las denuncias falsas. Con respuestas como ésta, lo siento, pero siempre siempre nos vais a tener enfrente. Y lo pero de todo es que no veis el daño que le hacéis a la causa.
Os deseo mucho karma en vuestra vida.
Sí, se ha invertido para procesos no penales, como dice el párrafo 2 del artículo. ¿Entiendes lo que es un proceso penal o te hago un mapa, tontopollas? xDDDD
EliminarEs que ni voy a entrar en la justificación de esa inversión de la carga de la prueba. Para qué, si no sabes leer. En tu retorcida mente un precepto que se aplica a despidos y discriminación laboral en la jurisdicción social se convierte en una justificación legal de las denunciash falsash.
Vimes, para mí lo más valioso de tu blog, aparte de tus contenidos, son los tremendos zascas argumentados que les sueltas a esta gente de piel de seda que no entienden la palabra "potencial".
EliminarÁnimo, aunque sea a veces repetitivo, ya que siempre vienen con lo mismo jaja.
Bueno, la referencia al artículo 13 de la Ley Orgánica de Igualdad es algo bastante nuevo xD Éste al menos se ha molestado en leerse el texto legal que critica. Es un comienzo.
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