Este fin de semana se celebró en Madrid
una macromanifestación contra la violencia machista. El esfuerzo logístico, que
llevaba gestándose desde marzo, cristalizó el pasado sábado en forma de
autobuses que trajeron a feministas de todos los puntos de España, distribución
de comida vegana en okupas de la capital y, sobre todo, en una gigantesca
marcha que colapsó Madrid durante horas. Yo asistí y fue genial: miles de
mujeres gritando, vindicando, luchando, en un ambiente de camaradería y amistad
indescriptible. No es que fuera una ocasión festiva, pero sí se respiraba
alegría por estar en la primera marcha estatal contra la violencia de género. Era,
de alguna manera, un hito histórico.
Y luego estuvo aquello.
Lo vi cuando entrábamos en Cibeles: un
grupito de personas que sostenían una pancarta que ponía “La violencia no tiene
género” y varios carteles menores de “Ni machismo ni hembrismo”, “Contra todas
las violencias” y demás mierda MRA. Lo primero que me llamó la atención fue que
eran muy pocas: había más policía rodeándolas que gente tras la pancarta. Lo segundo
fue el logo de GenMad, una de estas plataformas residuales de “denunciados en
falso” por violencia de género. Lo tercero es que todas las personas tras la
pancarta eran mujeres.
“Qué extraño…” pensé. “¿Por qué sólo
mujeres? ¿Es que los hombres de GenMad tenían todos lío hoy o qué?” Pero luego
lo vi claro. Me resulta tan horrible pensar algo así que hasta me cuesta
escribirlo, pero mi hipótesis es que ese piquete no era más que un intento de
provocar a las manifestantes para que alguna perdiera los nervios. El objetivo,
muy simple: conseguir la foto de “feminista exaltada agrediendo a pacífica
mujer que se manifiesta contra la violencia”. Por eso todas las del piquete
tenían que ser mujeres: porque la imagen sólo es efectiva si se ve a una
feminista atacando a una mujer. Esa simbología no se le escapa
a nadie, y es una suerte que no se produjera.
Posteriormente los de VOX, formación
política que amparaba al piquete, han intentado aún en redes sociales sacar
rédito del intento. Para empezar, varios preguntaban por qué una pancarta
contra la violencia es una provocación. La respuesta es simple: no era una
pancarta “contra la violencia”. La pancarta lo que hacía era negar que la
violencia tuviera género, es decir, negar la necesidad de políticas específicas
contra la violencia machista, que era precisamente la reclamación de la
manifestación. Por tanto había una confrontación frontal entre el lema del
piquete y el de los manifestantes.
Pero es que además, no fue sólo la
pancarta. El plante en Cibeles fue el final de una larga mañana que dedicaron a
buscar las cosquillas de los manifestantes. Para empezar, se pusieron a gritar lemas pro-custodia compartida en
el homenaje silencioso a las víctimas de violencia de género, lo cual es una
falta de respeto obvia e innegable. Posteriormente gritaron el lema de su
pancarta mientras Ángela González (una mujer que perdió a su hija a manos de su
ex marido, que la asesinó durante el régimen de visitas) leía el manifiesto en
acto de apertura de la marcha.
Para terminar, trataron de colocarse en
la cabecera de la manifestación, y si pretender encabezar una marcha con una
pancarta contraria a las reclamaciones de la misma no es provocar, que alguien
me diga qué lo es. Aun así no fueron agredidas (sólo abucheadas), pero
obviamente la organización avisó a la Policía y las expulsó. Fue entonces
cuando las vi yo, ya escoltadas por agentes y apartadas de la corriente
principal de la marcha. En esos momentos ya no eran más que carne de meme, por
suerte. Pero su actuación previa fue asquerosa y provocadora.
Es eso, el relato completo de esa
actuación coherente y destinada a fastidiar una manifestación, junto con el
hecho de que sólo fueran mujeres, lo que me hace pensar que buscaban la foto. Y
me hierve la sangre en las venas porque lo considero extremadamente rastrero y
manipulador, pero no le encuentro otra explicación. Sabían que iban a
enfrentarse a las manifestantes, y sabían que en un momento dado alguien iba a responder
con violencia a su intromisión. La única conclusión plausible es que querían
dicha respuesta. Y, reitero, la carga simbólica de “feminista agrediendo a
mujer” no es la misma que la de “feminista agrediendo a un hombre”.
De lo anterior me quedo con varias cosas.
En primer lugar, que los de Vox no consideran que ir a una manifestación con
una pancarta que choca contra los objetivos de la misma sea provocar, lo cual
abre un amplio abanico de posibilidades para acudir a las concentraciones de
este partido político. En segundo lugar, que, como
ya he comentado alguna vez, la llamada “buena educación” no es más que un
instrumento de control social: tú puedes ir a reventar una manifestación que, salvo
que lo hagas tirándoles piedras, no se te va a considerar violento a ti sino a
los manifestantes que, cabreados, te abucheen.
Y, finalmente, lo que queda es un
sentimiento de orgullo. Pese a las provocaciones, las piqueteras no fueron
agredidas (insisto: sí abucheadas) y, sobre todo, no pudieron impedir ni
empañar una manifestación que tenía algo de demostración de fuerza. En estos
tiempos de crisis, donde parece que lo único que importa es lo económico,
decenas de miles de gargantas dijeron “¡NO!” a la violencia machista y le lanzaron un guante al Estado y a la sociedad. ¿Hubo
gente que pretendió impedirlo? Siempre la hay, siempre la ha habido y siempre
la habrá. Pero a la larga nunca han sido capaces de contener los avances
sociales, tanto en leyes como en costumbres.
Con eso me quedo del 7 de noviembre de
2015.
Léelo,http://noticias.lainformacion.com/violencia-de-genero/unas-mujeres-agredieron-a-otras-en-la-manifestacion-contra-la-violencia-machista_TNUc2KyKuGvkHI8hzaK282/
ResponderEliminarNada más que añadir
Sí, yo también considero bastante lamentable que, ante la ausencia de foto, hayan intentado tirar de un titular tan evidentemente manipulador. Ese titular viene a confirmar mi hipótesis. ¡Gracias (aunque ya lo conocía)!
EliminarYo he encontrado esta opinión en un blog, en la que se menciona que fueron "hombres y mujeres" los que "rompieron una pancarta" e intentaron agredir a otra mujer. A ver si se ponen de acuerdo en las noticias por lo menos. http://peterdone.blogspot.com.es/2015/11/manifestantes-anti-violencia-atacan-una.html#comment-form
ResponderEliminarSí, a ver si se ponen de acuerdo en las mentiras... aunque el artículo me parece que, al ser una reinterpretación por parte de un fachoso de lo que dijo en la radio la tía de Vox, se parece a la realidad como un huevo a una castaña. Por ejemplo, lo de que les rompieron la pancarta: es mentira, como se puede comprobar en las miles de fotos que hay.
EliminarPero una cosa me parece muy interesante, y es el titular: "Manifestantes anti-violencia atacan". Me parece interesante porque no es la primera vez que, con relación a este tema del piquete de Vox, los fachas caracterizan a las feministas como "anti-violencia". Es una caracterización necesaria para poder llamarlas incoherentes o hipócritas. Pero la cuestión es que muchas feministas están a favor de algunos tipos de violencia (como, por ejemplo, la autodefensa), por lo que ese apelativo es falso.