Parece que la no monogamia está de moda. Si
nos guiamos por los suplementos dominicales y las páginas de tendencias de los
periódicos (que llegan a más gente de la que podemos imaginarnos en Twitter)
todo ese rollo de liarse con varias personas está en expansión. Durante unos
años lo vamos a tener, supongo, hasta en la sopa. Y a mí no me termina de
gustar la idea. No por ninguna clase de hipsterismo o esnobismo (“¡a mí me
gustaba el poliamor cuando tocaba en bares pequeños!”), sino porque lo veo una
receta para el desastre.
Me explico. Para mí la no monogamia
(dentro de la cual el llamado “poliamor” es sólo una de las muchas
posibilidades) es un lugar de llegada. El punto de partida puede ser múltiple. En
mi caso fue que el sistema monógamo nunca acabó de cuadrar del todo en mi
cabeza pero lo aceptaba porque “así son las cosas”. Otras personas llegan a
partir del activismo: empiezas a leer sobre feminismo y de repente te das
cuenta de que la monogamia es una estructura creada por los hombres para mantener
controlada la sexualidad femenina, un fruto más del patriarcado. Conozco a alguien
que llegó cuando, estando en pareja, se enamoró de otra persona, decidió
afrontar el problema con sinceridad y le salió bien. Y así sucesivamente.
Hay muchos caminos, pero todos tienen en
común que un día algo hace “crac” en tu cabeza y descubres que, para ti al
menos, la monogamia ya no vale, que quieres vivir relaciones sentimentales y/o
sexuales con más de una persona a la vez desde el consenso y el respeto. Otras personas
podrán seguir siendo monógamas: tú ya no. Para ti, que tu pareja te prohíba
acostarte o enamorarte de otras personas pasa a tener tanto sentido como que te
prohíba salir de copas con tus colegas, ir a jugar a los bolos o ver películas
coreanas.
Pero, una vez producido el derrumbe,
construir una forma nueva de amar no es nada fácil. Pasar de la exclusividad
afectiva y sexual a la no exclusividad es duro, sobre todo si tienes a toda tu
cultura, a toda tu educación, a todos tus modelos vitales y a todas tus formas
de ocio y entretenimiento diciéndote que eso
no se hace así. Requiere mucho trabajo, mucha introspección, mucho diálogo
y grandes dosis de buena fe y de paciencia. No es algo que se pueda lograr en
un día y la perfección no se alcanza jamás.
Y ahora pensemos en el modelo que nos
venden desde los suplementos dominicales. Aparte de ser algo tremendamente
normativo y afectado por el síndrome de una sola polla (fijaos en las fotos,
por favor: normalmente la más grande y visible, cuando no la única, será un
hombre con dos mujeres), es algo que se plantea como punto de partida. “¡Abre tu
relación! ¡No tengas miedo!” Y me parece un consejo nefasto, porque es muy
normal que abrir tu relación te dé un canguelo importante: te estás enfrentado
a años de condicionamiento y todo tu entorno te grita que eso no está bien.
¿Cómo no vas a asustarte?
Creo que poner la no monogamia de moda es
peligroso. Es un modelo sin referentes ni reglas culturales implícitas que nos
indiquen qué es esperable, lo que quiere decir que necesita mucha más
negociación y mucho más trabajo. Y, al igual que pasa con el BDSM y 50 sombras, lo que se está poniendo de
moda es una versión adulterada y rebajada del poliamor, que exalta las ventajas
y soslaya las dificultades (1). Me parece la receta perfecta para una cantidad importante
de hostias emocionales, sobre todo si tenemos en cuenta que el modelo de amor
romántico que hemos mamado desde bebés considera las negociaciones algo negativo
que se ve superado cuando llega el Amor Verdadero, que lo puede todo. No sabemos
negociar con nuestras parejas y amistades, y no podemos aprenderlo de un día
para otro.
¿Estoy diciendo, entonces, que la no
monogamia sea algo reservado a una elite de personas iluminadas por el sagrado
corazón de Easton y Hardy? No, ni mucho menos. Creo que la no monogamia es un
modelo social deseable, y para eso tiene que extenderse. Pero no adelantaremos
nada si empezamos la casa por el tejado, es decir, si dejamos de ser monógamos
sin cuestionar el sistema social que produce la monogamia. Porque si empezamos
a andar desde el punto de llegada podríamos descubrir, a mitad de camino, que en
realidad estamos retrocediendo.
(1) Esto en concreto también lo hacemos a
veces los activistas del tema: hay que tenerle un ojo puesto a esta tendencia y
corregirla con humildad.
Yo como ejemplo de tercera vía no puedo decir nada. Buena entrada aunque no puedo meter baza.
ResponderEliminarMuy de acuerdo contigo. Para mí la cosa llevaba mucho tiempo sin acabar de cuadrar en mi cabeza, pero cuando terminó mi última relación y volví a plantearme todos estos temas de cara a qué había ido mal y qué debería cambiar para la siguiente cuando me di cuenta de que para mí ese tipo de relación había terminado. Aún así, sigo siendo muy celoso de cierta exclusividad afectiva, si bien en absoluto a la exclusividad sexual, algo que no había podido dejar de ver como una imposición absurda y recíproca: acababa por importarme la exclusividad sexual de mi pareja solo como reflejo de la importancia inmensa que ella le daba a mi "fidelidad". Nunca más, me dije.
ResponderEliminarCuando hablo esto con la mayoría de mi entorno, suelen considerarlo como una forma de promiscuidad. Que busco una relación en la que "me dejen" follar con otra gente. Intentar explicarles que no se trata de eso, que no es un "me dejen" y que no es follar con otras por hartarme a tener sexo sin compromiso suele resultar frustrante e improductivo. Simplemente, ellos lo ven desde otro marco que, a diferencia de mi caso, no se tambalea ni es precario. Tengo la impresión de que la gente que se apunte a estas cosas por moda lo hará, precisamente "para que les dejen follar", porque no comprenden todo lo que hay detrás. Lo relevante que es desmitificar el sexo como una actividad tabú, prohibida y muy diferente a, eso, tomarse unas copas o jugar a la Play.
Me ha gustado mucho tu artículo, creo que ha organizado en mi cabeza y expresado mejor de lo que me expresaba yo a mí mismo cierta inquietud en ese sentido.
Vaya, me alegro mucho de haber podido organizar tu cabeza. El sonsonete de "¡ah, tú lo que quieres es follar con todas, eh!" lo vas a tener toda tu vida sobre la cabeza, me temo. Me pasa como a ti: no es que yo sea un gran ligón, pero saber que si me atrae otra persona al margen de mi relación principal puedo intentarlo con ella de forma abierta y sin engañar a nadie es una válvula de seguridad muy grande. Es una sensación de libertad maravillosa.
EliminarY +1000 a eso de desmitificar el sexo.
Me gusta este tipo de artículos de "sí, muy bien, nos estamos liberando, pero ojito con cómo lo hacen los que no tienen ni idea". Porque, me temo, quienes hablan de estos temas no tienen ni pajolera idea, o la que tienen es una idealizada y muy tergiversada, ya ves que hablas del síndrome de una sola polla, como si las mujeres con más de una pareja no fuesen tan válidas como si fuese un hombre. El ejemplo del BDSM y "50 Sombras de Grey" sigue planeando sobre muchas cabezas.
ResponderEliminarDejar a un lado la monogamia no es algo que se hace en un par de días ni se plantea, como comenta Pablo, como un simple "me dejen follar" ni promiscuidad. Todo lo 'no convencional' no se alcanza porque de pronto los medios generalistas hablen de ello o porque la figura 'alternativa' de moda hable con (relativa) libertad de lo que siempre ha sido un tabú.
Porque a fin de cuentas todo lo referido a relaciones más allá de la amistad y todo lo que tenga que ver con el sexo sigue siendo tabú. Solo hay que ver que, pese a lo que digan las estadísticas, España sigue siendo un país homófobo (entre otras muchas cosas), que muchos piensen en el poliamor o la bisexualidad o el tener fetiches como en una depravación... No se arregla de la noche a la mañana. Hay muchas convenciones sociales y una masa que se resisten al cambio más allá de 'lo trendy' (o como lo quieran llamar). Aparte está la gente que cuando les hablas de temas de BDSM o de no monogamia se ríen en tu cara. Y no hablo solo de gente poco conocida, sino también de amigos y familia.
No tenemos la educación para plantearnos por qué alguien no quiere ser monógamo igual que en muchas cuestiones no tenemos la formación adecuada ni la mentalidad para aceptar que una persona tenga más de una pareja y que haya un consenso y todas las consecuencias y dificultades que entraña. Necesitamos prudencia, humildad y conocimiento. Ah, y paciencia. Porque como dices, no podemos empezar la casa por el tejado.
TL;DR Muy de acuerdo con lo que comentas.
No hace falta el TL;DR, que siempre me leo tus tochos con atención.
EliminarEl síndrome de una sola polla aparece siempre que se habla de poliamor, incluso cuando el artículo entrevista a gente que está metida en el rollo. Es una cosa de los periodistas, que creo que no pueden pensar en el tema de otra forma. Y eso crea una conciencia muy chunga, mucho tío que quiere meterse en eso para follar, y cuando descubre que su pareja también va a hacer lo mismo entra en paniquito. Alguno ha venido en ese plan de súper macho a reuniones abiertas de Golfxs (recuerdo a uno que dijo que, por estadística, "a cada hombre le tocan 7 mujeres") y ha salido espantado xD
El BDSM y la no monogamia son dos armarios más. Quizás el BDSM no tanto (se puede tomar como mera práctica o como mero juego, aunque siempre habrá sadosaurios que te digan que eso no es BDSM de verdaz), pero la no monogamia condiciona toda tu vida. Si tú estás sesionando con alguien nadie lo sabe más que las personas implicadas, pero ¿y si estás teniendo una cena romántica con alguien que no es tu pareja principal y aparecen en el restaurante tu jefe / tus colegas / tus suegros? La puerta del armario rota a patadas y tu vida personal al descubierto frente a todas esas convenciones sociales de las que hablas. Ante eso, ¿qué nos importa que Amarna Miller (por poner un ejemplo) declare en todas las entrevistas que ella no es monógama?
Lo de la humildad es muy importante (por ejemplo: creo que lo que digo en el post es correcto, pero siempre hay gente que te sorprende), y lo de la paciencia, más. Conozco a gente que se desespera por no llegar a ser la persona poliamorosa perfecta, pero es que a eso no se llega nunca :(
Mira, ya que mencionas a Amarna, he visto en Twitter a más de uno y de dos y de tres cargar contra ella o sus fans por poco menos que eso, no te creas. Unos en plan "ay, sí, hija, muy bien todo" (son los mismos que se ríen del BDSM y el poliamor, o que dicen que la gente es pesada con esos temas), otros más contra los fans ("que parece que penséis que las actrices porno no tienen cerebro")... Esta chica está siendo un torbellino. xD (Y repito lo que he dicho a más de uno, a mí me cae bien aunque ella misma se sepa resabidilla a veces)
EliminarVale, ahora que he dejado eso salir, vayamos a lo que realmente quería comentar...
Yo fui hace mucho, a finales del año pasado si mal no me acuerdo, a una reunión de Golfxs que iba sobre 'el amor', era algo bastante interesante. Igual necesito meterme un poco más a fondo en el tema, pero algo que sí decían es que hace falta educación y conciencia, y que la gente deje de asustarse pensando en que la no monogamia significa que si alguien es monógamo se le vaya a juzgar por eso. Creo que fue esa reunión la que más o menos me ayudó a abrirme un poco más en estos temas.
Lo del BDSM... va a tener que esperar un poco, ahí tengo todavía mucho que reflexionar e igual lo único que tengo de 'especial' (como diría más de uno que no tiene ni idea del tema) es algún fetiche, y los fetiches no tiene por qué tener que ver con el BDSM. Igual necesito más tiempo, más información y más guía, no es plan de tirarse a la piscina precipitadamente.
Sí, lo de decirle a Amarna que no quiere a su novio y que éste es un no sé qué y un no sé cuántos es un sonsonete constante en su Ask, en su Twitter y en los comentarios de sus entrevistas. Menuda tabarra le dan a la pobre. Y no todos son condescendientes en plan "ay, sí, hija", sino que incluso los hay que se ponen a insultar.
EliminarAh, creo que al Sexo Oral sobre el enamoramiento fui yo también. La verdad es que las reuniones de Golfxs molan :) Y desde luego, para meterse en cualquiera de esos puntos de sexualidad no convencional es mejor tenerlo claro...
No se como he llegado hasta aquí pero está genial, muy de acuerdo!
ResponderEliminarAñadiría que esta moda puede ser muy contraproducente. La cantidad de gente que se la va a pegar y acabar con más condicionada aún contra la no monomagia (y cualquier cosa no normativa, incluso) puede ser importante.
Gracias, me alegro de que te haya gustado ^^
EliminarSí, tienes razón. Yo he leído historias de personas que probaron, no les salió y se retrajeron, y cuando las analizas un poco empiezas a pensar "pero cómo no te ibas a pegar la hostia si, por lo que cuentas, ni querías realmente hacerlo, ni supisteis negociar los desacuerdos ni hablabais de nada".
¿Tienes por ahí un enlace a los artículos que hablas? es que creo que sé bien qué es la no-monogamia y varias de sus formas, pero yo personalmente sin el contexto entiendo todas las frases las entiendo pero no adonde quieres llegar con el post sin el contexto de los artículos originales.
ResponderEliminarNo me inspiré en ningún artículo en concreto, sino en varias cosas que he leído durante meses en medios generalistas. Si buscas en Google "poliamor + (nombre de un medio generalista)" te sale cualquier artículo que te ayudará a entender de lo que estoy hablando. Como características comunes: un tono happy que no viene muy a cuento, escasa presencia (o total ausencia) de opiniones de gente del activismo poliamor, hablan de que "está de moda", etc.
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