Las leyes de la historia dicen que en
épocas de crisis políticas y económicas cobran fuerza los movimientos
centrífugos. Cuando un país deja de responder a las aspiraciones de sus
ciudadanos hay secesiones, desintegraciones o Estados fallidos. Los Estados no
tienen ninguna posibilidad de mantenerse si no consiguen que sus ciudadanos
sean razonablemente felices dentro, y es forzoso reconocer que España ha
fracasado estrepitosamente en esa materia. Si yo, más madrileño que la Mariblanca,
quiero independizarme de esta sentina de país, qué no querrán los catalanes,
que además tienen hechos diferenciales suficientes como para inventarse un
discurso nacional propio.
El último paso de este proceso de
independencia se ha dado hoy con la aprobación, por aplastante mayoría (el 79%
de los diputados presentes, que eran todos menos uno, ha votado a favor) de una
ley que permite consultarle a la ciudadanía catalana cuál es su voluntad.
La nueva norma se llama, en castellano, Ley de Consultas Populares no Refrendarias y de Participación Ciudadana, y según el Gobierno es poco menos
que la sexta trompeta del Apocalipsis: aparte del preceptivo anuncio de un
recurso ante el Tribunal Constitucional, se ha amenazado incluso con
suspenderle la autonomía a Cataluña.
Seamos claros: la nueva ley es
frontalmente inconstitucional. Pese a su nombre lo que establece no es otra
cosa que un referéndum. Dice su artículo 3 que una consulta no refrendaria es “la
convocatoria hecha por las autoridades competentes (…), a las personas
legitimadas en cada caso para que manifiesten su opinión sobre una determinada
actuación, decisión o política pública, mediante votación”. Esta consulta se
puede dirigir a los ciudadanos de todo el territorio, se resuelve mediante
votación secreta hecha en mesas y tiene organismos específicos que velan por su
independencia.
Pues
bien, según el TC, un referéndum es “aquella
consulta cuyo objeto se refiere estrictamente al parecer del cuerpo electoral (…)
conformado y exteriorizado a través de un procedimiento electoral”. Sigue el
Tribunal diciendo “para calificar una consulta como referéndum (…) ha de
atenderse a la identidad del sujeto consultado, de manera que siempre que éste
sea el cuerpo electoral, cuya vía de manifestación propia es la de los
distintos procedimientos electorales, con sus correspondientes garantías,
estaremos ante una consulta referendaria.” (STC 103/2008, FJ 2). Es
decir, exactamente lo que se aprueba en la ley catalana… y lo que se aprobaba
en la ley vasca que dio origen a la sentencia que acabo de citar (1).
Y lo que sucede es que el referéndum es
una competencia exclusiva del Estado según el claro, evidente y muy poco
matizable artículo 149.1.32º CE. No obsta a ello que el Estatuto de
Autonomía catalán, en su artículo 122, habilite a la Generalitat para
convocar consultas populares. El propio precepto excluye el referéndum, y el Tribunal
Constitucional dijo también que el artículo sólo era conforme con la Constitución
haciendo esa salvedad (STC 31/2010, FJ 69).
Así que, sí, la ley catalana es
inconstitucional por encima de toda duda y el referéndum que se convoque en su
nombre será ilegal. El Gobierno tiene una amplia variedad de medios para
impedir la consulta, desde recurrir al Tribunal Constitucional (en cuyo caso la
ley quedaría suspendida) hasta tratar de activar el procedimiento del artículo 155 CE para poder darles órdenes a las instituciones catalanas (2). Si es
voluntad del Gobierno, la consulta no se celebra.
Sin embargo, la pregunta no es en
realidad “¿puede el Gobierno parar la consulta?” La pregunta es otra: “¿debe
hacerlo?” Sí, hay un incumplimiento de la legalidad, pero ver sólo eso es de
ser muy corto de miras. Aplicar la solución jurídica a rajatabla sólo lanza el
problema hacia delante. ¿Qué pasa después de que el Tribunal Constitucional anule
la consulta? ¿Elecciones plebiscitarias? ¿Y luego? ¿Un órdago independentista
en forma de declaración de independencia o redacción de una Constitución? Y
después de que eso pase, ¿qué va a hacer Rajoy? ¿Mandar al ejército? Por poder
puede, pero ¿es conveniente que siga tensando la cuerda?
Cada cosa que hace el Gobierno con el
tema de Cataluña genera más cabreo y más independentismo. Pasó en la segunda
legislatura de Aznar y está pasando ahora. Yo creo que el PP con mayoría
absoluta es incapaz de concebir que haya un problema que no pueda solucionar
pasando el rodillo parlamentario. Y así no se puede gobernar. La cuestión
catalana exige diálogo y pacto: los deseos independentistas no se desactivan
insultando a quienes los tienen, sino procurando que tengan ganas de quedarse
en España.
No sé hacia dónde va el proceso de
independencia de Cataluña, pero no veo muchos escenarios posibles: o se desinfla
solo, o hay un golpe de fuerza del Estado o lo consiguen. La primera
posibilidad no parece plausible y las otras dos no me gustan. En cuanto a una
salida pactada, algo como lo que ha ofrecido Cameron a los escoceses si triunfa
el “no” (3)… sinceramente, no veo capaz al Gobierno de prometer algo así. Rajoy
es un señor de orden, y los señores de orden no pactan las cosas.
Termino con una reflexión personal:
Cataluña aporta mucho al conjunto del Estado. No hablo sólo de economía, que
también, sino de cultura, de patrimonio histórico, de diversidad lingüística y
de todas estas cosas que nos enriquecen. Me da una rabia extrema que el PP haya
generado un callejón sin salida pudiendo no hacerlo. Llegados a este punto creo
que sólo nos queda ver cómo evolucionan los acontecimientos y esperar que, si
se celebra una consulta, los catalanes decidan no irse. Porque si deciden que
se van no los va a parar nadie.
(1) No son casos exactamente iguales, ya
que la ley vasca directamente convocaba la consulta mientras que la catalana
habilita al Gobierno autonómico para hacerlo, pero los argumentos que se
esgrimieron contra una valen contra la otra.
(2) Y eso que ya no forma parte de
nuestro Código Penal el absurdo delito de convocatoria ilegal de referéndum.
(3) Mutatis
mutandis, claro. Reino Unido y España tienen muy poco que ver a nivel constitucional.
Ya que hablas de la a) Consulta catalana y b) del aborto vamos a mencionar unas cuantas cosas, a ver si no me las censuras.
ResponderEliminar1ª Es una vergüenza y puro cachondeo que la Union Europea que ha jaleado el proceso independentista de Ucrania y que ha ocasionado su guerra civil se rasgue las vestiduras cuando tiene el proceso independentista en casa: sea Escocia, Cataluña, Euskadi, Corcega, Pais de Gales o sea donde sea.
2º Toda sociedad que admite la Ley de Divorcio en las familias debería asumir y aceptar la posibilidad de “divorcios” dentro de los estados, incluidos Francia, Reino Unido, España.
3º Una mera consulta no vinculante no debería ser atajada con el uso de la fuerza militar tal como se esta planteando en muchos sectores, sectores que por cierto han aplaudido el golpe de estado militar que de modo unilateral ha provocado la guerra civil de Ucrania.
4º Cada vez somos mas los ciudadanos que reclamamos de modo urgente que lo mismo que existe una ley de divorcio y una ley del aborto se elabore una ley de renuncia a la paternidad.
5º Es absolutamente demencial que un hombre que acuda a un negocio PRIVADO como lo es cualquier clínica de inseminación artificial pueda renunciar LIBREMENTE a la paternidad, y que no lo pueda hacer el resto de la población.
6º Cada vez son mas evidentes las contradicciones de los que se creen progres y creen en el divorcio de las familias e incluso de los divorcios de los estados pero no en el divorcio dentro del estado que ellos quieren defender.
7º Y no hablemos de contradicciones de aquellos que creen que una mujer puede decidir de modo UNILATERAL a los 2 meses del embarazo DECIDIR si son madres o no, sin consultar al padre biológico y sin embargo NIEGAN dicho derecho al varon.
8º Elaborar un proyecto de ley que desarrolle la posibilidad de consultas a la población en procesos independentistas asi como la posibilidad o que debería ser el derecho a renunciar a la paternidad es absolutamente prioritario.
9º La propia Constitución en su redacción inicial MENCIONABA la posibilidad INICIAR procesos independentistas de facto, no meras consultas, o sea que no puede ser INCONSTITUCINAL una mera consulta.
10º Evidentemente el carácter supuestamente LIBERAL de algunos y algunas todos sabemos que es de boquilla y no puede existir ni desarrollarse libertad alguna en terreno, ni político, ni familiar, ni sexual, ni nacional, si no se consolida de una una vez por todas la LIBERTAD DE EXPRESION.
Lo he leído en diagonal. Qué ensalada tienes en la cabeza, joder xD
EliminarCreo que a la pregunta “¿Qué te parece que jugadores independentistas jueguen en la Selección de futbol? la respuesta es que exactamente lo mismo que si juegan en el Liverpool, Barcelona o Real Madrid, son club, empresas y nada mas.
ResponderEliminarPero si creo que toda persona que admite que debe existir una ley de divorcio que permita separarse a las parejas también debe aceptar procesos de separación dentro de los estados por pura ley natural.
La consulta catalana debería ser aceptada con la misma naturalidad que se acepta el divorcio.
Ya te leí una vez, ¿por qué me lo dices una segunda?
EliminarEl caso es que si se niegan a jugar los sancionan, y la objeción de conciencia no vale.
EliminarSi hay que elegir entre que haya jugadores independentistas en la Selección y que se nieguen y sean sancionados escojo quedarme en casa durmiendo.
EliminarLo que no entiendo es que si en la Constitución pone que la Declaración Universal de Derechos Humanos está por encima de ella y en la declaración pone que todos los pueblos tienen derecho a la libre autodeterminación, ésta sea ilegal
ResponderEliminarPremio doble: ni en la Constitución pone eso ni la DUDH consagra ese derecho.
EliminarBueno, en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos sí y está rattatiificado.
EliminarSí, claro, en el PIDCP sí, y en una carretada de resoluciones de Naciones Unidas. Pero ya.
Eliminar¿Y por qué no cuenta?
EliminarPorque todo ese material se refiere, en su mayor parte, a pueblos coloniales.
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