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miércoles, 4 de mayo de 2016

No compro ebooks

En diciembre del año pasado me regalaron un lector de ebooks. No me lo esperaba para nada, así que fue un Kindle sorpresa (1). Desde entonces lo he alimentado, sobre todo, con libros descargados gratuitamente o que me han pasado otras personas. La única razón por la cual no he empleado el sistema de préstamo de ebooks de la Comunidad de Madrid es que su formato no es compatible con mi dispositivo (gracias, Amazon), pero en cuanto descubra si los puedo convertir le voy a dar también mucho uso. Lo que no he hecho ha sido comprar ebooks: los pocos que he pagado ha sido porque los vendía una amiga y, además, eran baratos.

Así es: casi no compro ebooks. Soy uno de esos malditos piratas que están matando la cultura. Pero, ¿sabéis qué? Que yo no tengo esa sensación. Porque no siento que compre menos libros ahora que antes de que me regalaran el Kindle. Al contrario, tengo la sensación de que compro los mismos, o incluso algunos más, porque los ebook son más baratos y ocupan mucho menos espacio.

Yo nunca he sido rico, y comprar libros de primera mano casi siempre ha sido un lujo que no he podido permitirme. Por supuesto había ediciones de bolsillo y regalos de cumpleaños, pero en general mis fuentes de lectura han sido siempre las tiendas de segunda mano, las bibliotecas y los préstamos de amigos. Es decir, que mi dinero ha ido con muy poca frecuencia a los bolsillos de creadores y editores (2). Ya lo siento, pero desde que me han regalado el lector de ebooks me he dado cuenta de que siempre he sido un pirata. Demándame, CEDRO.

Supongo que ha sido esa práctica previa de leer sin darle dinero al autor la que me ha permitido ponerme a bajar libros como un descosido sin ningún reparo moral. No siento que esté haciendo nada malo, porque llevo años realizando una conducta éticamente similar. ¿Cuál es la diferencia entre una página de descargas como Espamobi y una biblioteca pública? ¿Qué Espamobi te permite quedarte los libros y la biblioteca no? Puede que sea así, pero yo borro todos los libros que leo, salvo aquellos por los que he pagado. ¿Para qué voy a necesitar conservarlos ocupando espacio en el disco duro, si es improbable que los relea y en ese caso me los puedo volver a bajar? Y no creo que sea yo el primero en haber tenido esa idea ni que haya descubierto el Mediterráneo con ella. Probablemente no soy yo el primero que usa estas páginas como bibliotecas.

Lo que ha mejorado el lector de ebooks, eso sí, es mi facilidad a la hora de encontrar títulos. Antes, si quería leer algún libro que no estuviera en mis canales habituales (librerías de segunda mano, casas de amigos y bibliotecas públicas) me jodía y bailaba. Ahora tengo todo Internet para buscarlo. Lo cual en realidad no es tan ventajoso como pueda parecer, porque si un libro no está en ninguna parte del inmenso fondo bibliotecario de la Comunidad de Madrid (al cual están en proceso de sumarse todas las bibliotecas municipales), en ninguna biblioteca universitaria ni en ninguna librería de segunda mano, quizás tampoco esté en la red.

Pero claro, yo hablo desde la perspectiva del madrileño que tiene acceso fácil a todos esos recursos. Para alguien que viva en una zona más aislada, un lector de ebooks puede suponer una gran diferencia. En ese sentido, se puede decir que el lector de ebooks democratiza o amplía el acceso a libros. Cualquiera, por el precio de un lector y de una conexión a Internet, puede tener todos los libros que quiera sin necesidad de bibliotecas o de tiendas de segunda mano.

Quizás esta perspectiva parezca tremendamente cínica. Me da igual, porque mi objetivo no es extenderme en largas y sesudas disertaciones sobre propiedad intelectual, reproducibilidad, derecho a la copia y legalidad de las páginas de descargas. Es una discusión que me aburre. Lo que pretendo es simplemente contar mi experiencia: Internet es, para mí, sólo un canal más por el que obtengo libros sin remunerar a su autor. Igual que con las bibliotecas, las librerías de segunda mano o los préstamos de amigos, alguien paga por un libro y luego lo pone a mi disposición gratis o a precio módico.

¿Es esta perspectiva correcta? No lo sé. Por un lado, creo que todo trabajador tiene derecho a cobrar por lo que hace, y la escritura es un trabajo. Por otro, también creo que la cultura debe ser lo más accesible que se pueda, y no sé hasta qué punto es justificable que alguien siga cobrando por un libro veinte, cuarenta o setenta años después de escribirlo. Además, insisto en que no diferencio de forma radical entre una biblioteca pública o un amigo con muchos libros y una página de descargas: cojo el libro, lo leo y lo devuelvo / borro.

Últimamente tengo algo más de ingresos, con lo que creo que mi gasto en cultura subirá, especialmente en ebooks, por las razones antedichas de precio y espacio. Pero no voy a dejar de usar las bibliotecas, no voy a dejar de rebuscar en librerías de segunda mano ni voy a dejar de pedirle prestados a mis amigos los libros interesantes que vea en sus casas. Hay libros que no quiero leer más que una vez, hay libros que quiero leer pero no tener, hay libros que quiero tener pero no al precio oficial y hay libros que no sabré si quiero tener hasta después de que los lea.

Por la misma razón, no voy a dejar de descargarme libros gratuitamente. Porque para mí no es más que una gigantesca biblioteca.










(1) Ya está, la entrada no da más de sí. Lo que hay debajo de esto no son más que tonterías para justificar la existencia de un post.

(2) Es cierto que las bibliotecas pagan un canon por cada libro que prestan, pero es una norma relativamente reciente (2007) y va a las entidades de gestión, no a los autores. 








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18 comentarios:

  1. Siempre lo he visto igual. Y ya no solo con libros: anda que no he sacado películas o música en la biblioteca.
    Me gusta mucho lo que dice David Bravo sobre estos temas, que siempre se piensa en la riqueza economica que se pierde y nunca en la riqueza cultural, que si no fuese por la piratería poca gente conocería más música que la que sale en Kiss FM y los 40 principales.

    Aunque quisiera no podria pagar en toda la vida todo lo que veo, leo o escucho. Ojalá cada autor tuviese en su web un botón de paypal para que quien quiera pueda pagarle lo que pueda. Aunque solo fuera un poco, algo les caería tarde o temprano a mis favoritos.

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    1. Lo de la riqueza cultural es importante, desde luego. Pero ya oigo a hordas de gilipollas que lo cuantifican todo en dinero decir que estamos matando la cultura y que el artista tiene que comer. Que no seré yo quien lo niegue, ojo, pero el dinero da para lo que da.

      Ojalá lo del botón de Paypal, en serio.

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  2. Para hacer compatible el formato de los ebooks de la Comunidad de Madrid, que supongo será debido a que este es .epub, puedes usar el programa Calibre, que te los pasa a .mobi para que puedas leerlos en el Kindle.

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    1. Que sepas que se las estás dando al mismo anónimo discrepante y engolado de tu entrada de los fails del 8-M ;-).

      Añade a tus favoritos esta otra web para la descarga de ebooks, mi preferida de entre todas las que conozco. Están en formato .epub pero, como te decía, con el Calibre los pasas a .mobi en cuestión de segundos.

      https://www.epublibre.org/inicio/index

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    2. Mmmmmm... ¿pues vale? No sé, que me hayas pasado la referencia de un programa que ya conocía (y, ahora, de una web que no conocía) no hace menos absurdas las tonterías que dijiste en aquel post xD

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    3. Formatos convertibles, en origen y destino, con Calibre.

      Input Formats: AZW, AZW3, AZW4, CBZ, CBR, CBC, CHM, DJVU, DOCX, EPUB, FB2, HTML, HTMLZ, LIT, LRF, MOBI, ODT, PDF, PRC, PDB, PML, RB, RTF, SNB, TCR, TXT, TXTZ

      Output Formats: AZW3, EPUB, DOCX, FB2, HTMLZ, OEB, LIT, LRF, MOBI, PDB, PMLZ, RB, PDF, RTF, SNB, TCR, TXT, TXTZ, ZIP

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    4. Ya. Lo mismo digo en relación a las que motivaron mis acertadas réplicas. He dado por hecho que no conocías Calibre porque, como puedes ver, este convierte prácticamente todos los archivos de texto.

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  3. Se está usted buscando la ruina, caballero, metiendo a la mafia de CEDRO en este asunto. Uno no sabe cuando podría amanecer con la cabeza de algún amado escritor en la cama...
    Coñas aparte. Yo estoy como tú, pero un poco peor. Me explico. En mi casa hay un (1) libro electrónico y está permanentemente copado por mis padres. Ahora mismo mi única opción de sacar libros es la biblioteca principal de mi ciudad (una ciudad no muy grande) con un fondo bastante limitado, lo cual hace que ir a buscar un libro sea en muchas ocasiones una experiencia frustrante.
    Es cierto que los autores tienen que comer, o al menos cobrar por un trabajo que han hecho (mira, tú mismo tienes un patreon en el que tratas de sacar provecho económico de tus escritos), pero no creo que eso debiera chocar de ninguna manera con el derecho universal a la cultura. Los autores, generalmente, tienen que enfrentarse a un sistema infame que los trata poco menos que como a monos con máquinas de escribir. En otras palabras, el principal enemigo de la mayoría de escritores no es la piratería, sino una industria totalmente controlada por los intermediarios, que cual Snake en el campanario con un rifle jugando al "tú vives, tú mueres", se encarga de abusar de su situación de poder hasta límites que llegan a lo ridículo.
    Vamos, que medios como Patreon o como Verkami son formas estupendas de evadir el control de unos intermediarios en la mayoría de las ocasiones sin escrúpulos, y aunque sea pan para hoy y hambre para mañana, me parece una buena forma de empezar a abrir brecha.
    Otro asunto ya aparte merecen las "gestoras" de los derechos de autor, en este caso CEDRO que es poco más que un barco pirata con patente de corso.
    ¡Uy, mira, acabo de comparar a CEDRO con la piratería contra la que se supone que lucha! ¿Y ese señor al otro lado de la calle que me dice que vaya y que parece que lleva algo guardado en la chaqueta? Vamos a ver...
    *Nunca más se supo de Erebus.

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    1. Mira, eres un ejemplo genial de alguien a quien le vendría maravillosamente bien un lector de libros electrónicos para él solo.

      Muy de acuerdo con tu crítica a la industria de intermediación cultural. No lo metí porque me alargaba demasiado el post, pero tampoco me motiva a comprar libros el hecho de mi dinero vaya, en un porcentaje importante, a esa maquinaria absurda. Los ebooks que menciono que he comprado (los libros de "Horizonte Rojo" que reseñé en el otro blog) los he adquirido, entre otras cosas, porque son de una editorial pequeña que trata bien a sus autores. Y desde luego las plataformas de micromecenazgo son una maravilla.

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  4. Yo no compraria ebooks aunque me tocase la loteria. Es español por lo menos muchos valen casi tanto como el libro mismo, a veces más que la edición de bolsillo. Además, solo un euro por libro es para el autor.

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    1. Lo de los libros electrónicos que cuestan más que sus homólogos físicos es para mear y no echar gota, desde luego.

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  5. Amén.

    Yo hace unos años compré un libro electrónico y ha sido de las mejores inversiones de mi vida. Sigo comprando más o menos el mismo número de libros, pero puedo leer muchísimo más. Internet es una puerta a la cultura gracias a la cual he podido pillar libros que me habría sido imposible conseguir de otra forma. Sobre todo descatalogados que ya no están en ningún sitio y en otros idiomas. En España se dejan muchísimas colecciones a medias que no habría podido terminar de otra forma. Y es una doble ventaja porque tienes más facilidad para estudiar idiomas, que fuera de los que mandan en los colegios es casi imposible encontrar libros en una lengua que no sea el español en las librerías y bibliotecas físicas.

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    1. Mira, una ventaja que no he destacado del ebook: que te permite acceder a títulos descatalogados o no traducidos. Si es que son todo ventajas :p

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  6. Sí, por supuesto que tu postura es cínica. Y poco argumentada. Peor aún es que te justifiques en que la cuestión es "aburrida", como pretexto para no darle un par de vueltas al asunto y, quizá, descubrir que puedes estar equivocado.

    La comparación con las bibliotecas te la desmontas tú solito al final del artículo. La de equiparar las descargas con la compraventa de libros de segunda mano, o con un colega que te preste los suyos, no se sostiene de ninguna forma.

    Por otro lado, completamente de acuerdo en que los precios de los libros electrónicos son absurdos comparados con el formato físico. Y dudo que esa diferencia de precio repercuta en beneficios para los autores.

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    1. Lo siento, desconocido :( Lamento muy fuerte que la elección de temas que elijo para mi blog no te guste. Es evidente que debería hacerte caso: ¡me has calado! ¡Lo de decir que es una discusión que me aburre es un pretexto y una justificación! En realidad me parece un debate apasionante, pero prefiero hablar de otra cosa por, evidentemente, pura maldad. Y gracias también por deducir que no le he dado "un par de vueltas al asunto". Esa frase describe la realidad sin fisura alguna. ¡Qué bien me conoces, desconocido!

      Pero no acaba ahí la cosa. ¡Para mi desgracia, como culmen de mis pecados, es una entrada poco argumentada! ¡Lamentu, lamentu, lamentu! Un post dedicado a contar cómo veo yo un tema sin por ello pretender que nadie se convenza de mi postura... ¡tiene deficits de argumentación! ¡Lo nunca visto!

      Es una desgracia que no condesciendas a señalar dichos déficits, pero bueno, la verdad es que no me importa. A decir verdad, tú también me aburres un poco.

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    2. Es obvio que puedes hablar de lo que te de la gana, es tu blog. Pero también es obvio que al escribir en Internet te expones a críticas, y por lo que veo, no las encajas demasiado bien.

      No es la entrada en sí la que veo poco argumentada, sino esa postura acerca de los derechos de autor que mencionas de pasada. Y lo que critico precisamente es que, ya que sacas a colación una cuestión tan compleja como esa, te limites a decir que te aburre y pases de discutir sobre ella; de hecho, en el siguiente párrafo llegas a enunciar un par de argumentos, a favor y en contra, pero ahí queda todo.

      Y aunque dudo que sea así, la sensación que queda es que no quieres plantearte siquiera el tema, sino que prefieres ampararte en un simple "si puedo tenerlo gratis, para qué voy a pagar por ello". Creo que la entrada habría sido mucho más interesante si hubieses profundizado en esa cuestión en concreto, nada más.

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    3. ¿Una postura que menciono de pasada está poco argumentada? Wow, qué será lo siguiente, agua que moja.

      Y bueno, luego el resto del comentario sigue en la línea de analizarme psicológicamente y de prefigurar tu entrada ideal sobre derechos de autor. Me encanta lo de que "critico que te limites a decir que la cosa te aburre en vez de hablar sobre ella". Pues ya lamento que mi aburrimiento te disguste, amigo desconocido, pero como tú comprenderás no voy a hacer una entrada sobre un asunto que me provoca sopor sólo para complacerte a ti.

      En fin, que esta conversación se ha acabado ^^

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