Patreon

¿Te interesa lo que escribo? ¿Te gusta el contenido de este blog? Pues quizá no sepas que tengo un Patreon. Patreon es una página de micromecenazgos en la que las personas que apoyan a un creador se comprometen a darle una cantidad de dinero mensual (¡yo tengo recompensas desde 1$ al mes!) a cambio de recompensas.

Échale un ojo, que a lo mejor te gusta lo que hay ahí.

viernes, 26 de agosto de 2022

La cabaña del árbol

Estos días he estado buscando compi de piso. Parece que la cosa ya está apañada, pero la búsqueda me llevó a una idea interesante. Estaba imaginado posibles candidatos y pensé «jo, ojalá sea friki». Al final, yo tengo esas aficiones y siempre me resulta más fácil contactar con alguien que también las tiene. Sea rol, sea videojuegos, sea juegos de mesa o sea libros, es un primer punto de contacto sobre el cual ir construyendo.

Y entonces pensé «bah, no tengo por qué preocuparme. Casi seguro que lo será».

No tengo que preocuparme. Casi seguro que lo será. Pensemos en esta idea.

Hablamos mucho de la normalización de la subcultura. De cómo, por usar un término de uso común, lo friki se ha vuelto mainstream. Y eso ha pasado sin ningún género de dudas. Yo no viví los ’70 y los ’80, pero sí recuerdo cómo eran las cosas a finales de los ’90 y a principios de los ’00. Yo entré en estas aficiones a través de la literatura de fantasía y ciencia ficción (la misma que ahora escribo) y recuerdo chistecitos de mis compañeros y cejas levantadas con condescendencia de los adultos.

[Pequeña anécdota al margen. Uno de los adultos más condescendientes era mi padre. Que cuándo iba a dejar de leer esas cosas y a ponerme con libros serios. Luego, años después, descubrí que le encantaba la trilogía de La materia oscura, e intentó salvar la cara argumentándose que es que eso no era fantasía. La serie de libros donde las almas de la gente son animales parlanchines y donde hay osos acorazados, brujas y dagas que abren portales. Y luego que por qué nunca le hacía caso en nada.]

Lo que han cambiado las cosas en estos 20-25 años es para no creérselo. Cuando yo me compré (1) los libros de Canción de hielo y fuego, allá por 2005, eran unos tochales inmensos que solo conocía el colega que me los recomendó y su grupito. Hoy Juego de tronos es una serie de televisión tan exitosa que su productora se ha permitido el lujo de sacar un spin-off ambientado en el mismo universo pero décadas antes, de tal forma que ninguno de los personajes coincide con los de la serie de televisión. La vio más o menos todo el mundo y se convirtió en una referencia obligada, con críticas enconadas a favor y en contra.

Pasa lo mismo con todo. ¿Marvel? Cuando yo era crío era una editorial de tebeos estadounidense que, aunque vendía muchísimo, no salía del ámbito de «lo friki». Al menos en mi entorno, leer tebeos era muestra de inmadurez. Ahora, Marvel es una parte del gigantesco conglomerado Disney, se dedica básicamente a producir películas con unos presupuestos que marean y, sobre todo, con una audiencia bestial. El UCM, de nuevo, se ha convertido en un producto absolutamente masivo.

¿Videojuegos? Lo mismo de lo mismo. No diría yo que a finales de los ’90, con un PC en cada casa, fueran ya algo minoritario, pero es que ahora existe toda una industria de gente que emite en directo sus partidas y crea comunidad en torno a esta clase de contenido. Para los adolescentes actuales jugar a lo que sea que esté de moda en cada momento no es algo de raritos, sino una forma más de divertirse y conectar con sus amistades.

Un último caso: el rol. El rol lo tenía más complicado, porque además venía con estigma. Que si el asesino del rol, que si juegos violentos, ya sabéis. Ahora la gente se traga series de televisión sobre niños que juegan al rol y, más importante aún, vídeos en streaming de gente jugando. Los viejos aficionados desempolvan sus manuales, los nuevos los compran y, de repente, los medios de comunicación informan de esto como algo positivo. Es cierto que el gran ganador es D&D, el estándar de juego de rol por excelencia (y cuya quinta edición ha tenido mucho que ver en esta vuelta de tuerca), pero también lo es que hay cientos de sistemas y que producir juegos independientes es más fácil que nunca.

Podría seguir poniendo ejemplos, pero creo que ha quedado claro. Y no creo que haya mucha oposición a lo que digo, la verdad. Afirmar que lo friki se ha generalizado es un poco un lugar común, aunque no por ello deja de ser verdad. Pero creo que no acabamos de asumir lo que significa eso, y de ahí mi sorpresa al encontrarme pensando aquello. «No tengo que preocuparme. Casi seguro que lo será».

Normalización de las aficiones subculturales significa exactamente eso. Significa que puedo asumir que cualquier persona de menos de treinta y cinco años va a tener al menos una afición friki, igual que puedo asumir que a cualquier hombre de la generación anterior le gusta el fútbol o que a cualquier señora mayor le gustan los programas de cotilleos, las historias de detectives o, probablemente, ambas cosas. Claro, puede que me equivoque, pero las probabilidades están a mi favor. Además, dado que estas aficiones son tan amplias, al que no le guste una le gustará otra y siempre habrá cosas de las que hablar.

Por eso me da tanta pereza cuando veo las polémicas artificiales montadas por los cuatro frikis rancios de siempre. Porque pasan las semanas, los meses, los años y estos siguen actuando como si todavía fueran los reyes de su cabaña del árbol maloliente. No se dan cuenta de que las paredes de la cabaña hace mucho tiempo que se vinieron abajo ni de que están guardando una puerta que no conduce ya a ninguna parte. Y puede que sea por mi percepción, pero creo que muchas de esas polémicas están hechas en piloto automático: hay gente dentro de este mundillo que ya solo sabe quejarse. Han perdido la capacidad de disfrutar de lo que se supone que les gusta.

Pensemos en la reciente «polémica» con la serie de Hulka. Lo entrecomillo porque es que no ha sido ni polémica: Hulka es un personaje de Marvel que tiene más años que cualquiera de los que se quejan (su primera aparición fue en 1980), pero a la que muchos de estos guardianes de las esencias ni siquiera conocen. Así que, de repente, esta «versión femenina de Hulk» es traición a los fans y no sé qué. Pero ya digo, todo muy a medio gas, todo muy quejarse por quejarse. Todo muy triste. 

¿Van a desaparecer los guardianes de la cabaña del árbol? Yo creo que no a corto plazo, por desgracia. En primer lugar, ir de gurú y de listo siempre renta en según qué entornos. Y en segundo, está la conexión obvia entre esta gente y la ultraderecha. Al normalizarse estas aficiones, resulta que ahora son campo de batalla cultural, y esta está lejos de haber terminado. 

Sin embargo, soy optimista. Las narrativas de fantasía, ciencia ficción y terror (sean en libro, cómic, película, serie, videojuego o juego de rol) están en expansión. Cuanta más gente entre en ellas, menos poder tendrán los guardianes de las esencias. Debemos demoler por completo la cabaña del árbol y, con sus restos, construir toldos que nos cobijen a todos.

 

 

 

 

 

 

 

(1) Mangué en centros comerciales. Ah, adolescencia.

 

5 comentarios:

  1. Este post me ha recordado a uno de los vídeos del canal Terrible Writing Advice (que recomiendo, es un canal bastante divertido en el que se enseña con bastante sarcasmo cómo NO escribir una historia) acerca de los tipos de jugadores más comunes de Dragones y Mazmorras. Les llama "ese tío" (that guy), y la verdad es bastante bueno cómo les cala: https://youtu.be/4La6yvSYH1Q?t=393

    ¿Qué voy a decir más? Que tienes más razón que un santo, y que hay incluso casos de grupos de extrema derecha que se infiltran a posta en fandoms (intentaron hacerlo con el fandom furry -salió fatal- y lo consiguieron con el fandom de Star Wars). El canal de Youtube Innuendo Studios tiene una serie excelente a ese respecto llamada "The Alt-Right Playbook" indicando ese tipo de tácticas, una de las cuales es crear "disputas" en torno a personajes femeninos o racializados, a fin de conseguir que en los foros se prohíba cualquier contenido "de carácter político" (es decir, cualquier contenido sobre el cual la comunidad del foro esté en desacuerdo, como feminismo, antirracismo o temas sociales).

    ResponderEliminar
  2. Está muy bien la sensación de que las aficiones que te gustan las puedes compartir con mucha gente. Creo que fue en 2007 cuando escuché un comentario tipo: "para los críos de ahora ya no está mal visto ser friki".
    Personalmente, la sensación que tengo es que si yo antes podía ser algo friki, ahora, al "frikizarse" la sociedad, voy a acabar quedando como de los menos frikis.
    Marvel: sólo he visto dos películas, aunque en base a leer a gente hablar sobre este universo en Twitter y escuchar críticas en un podcast sobre algunas otras películas me suenan relativamente bastante las cosas sobre él.
    Juego de Tronos: no he visto nada, pero de leer de pasada a gente hablar sobre ello, me suenan los nombres de los personajes.
    Rol: no juego.
    Videojuegos: debo haber jugado a videojuegos menos que el 90% de mi generación.
    Literatura: lo que si tengo es que he leído muy a menudo literatura de ciencia ficción y en menor medida, de fantasía. Pero pasé años sin a penas leer y me estoy recuperando ahora, además de que las cosas que suelo leer tienden a ser viejas, hay poco posterior a 1990. De hecho estoy leyendo un libro de 1987.
    En fin, que soy prácticamente ex-friki XD

    ResponderEliminar
  3. Los frikis al final cumplimos nuestro viejo sueño de dominar el mundo ;).

    Yo, personalmente, lo veo genial, y no me importa compartir con las nuevas generaciones un mundo en el que todo el mundo sabe quiénes son Frodo, Iron Man o Jon Nieve.

    Con respecto a todo el conglomerado de incels, alt-right y demás, ¿qué generación se ha librado de su dosis de reaccionarios? En realidad, la lucha nunca termina.

    ResponderEliminar