Murcia es hoy un poco menos hermosa.
Resulta que el Foro de la Familia (esa institución ultraconservadora de la cual
hablamos por última vez cuando tuvo la ocurrencia de pedir que se regulara un matrimonio sin divorcio) se ha quejado a la Consejería de Educación
murciana porque algunos institutos estaban invitando a una asociación LGTB a
dar charlas de afectividad y sexualidad, con el objetivo principal de prevenir
el acoso escolar. Esto no es en sí una noticia: el trabajo del Foro de la
Familia es precisamente soltar esta clase de barbaridades retrógradas. El
problema es que el Gobierno regional ha tragado. Las charlas han quedado
aplazadas sine die, que es el
eufemismo para decir que se han cancelado. Y lo más grave de todo: a
partir de ahora los institutos de Murcia tendrán que informar a las familias
del contenido de toda actividad impartida por personal externo, para que aquéllas
puedan decidir si objetan o consienten.
El argumento del Foro de la Familia, por
supuesto, es el mismo de siempre: los padres tienen derecho a elegir la
formación moral de sus hijos. ¡Lo pone en la Constitución! Concretamente en el artículo 27.3: “Los poderes públicos garantizan el derecho que asiste a
los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté
de acuerdo con sus propias convicciones”. Qué formulación más rotunda. Está
claro que es un derecho de los padres oponerse a que sus hijos reciban charlas
adoctrinadoras con un contenido tan ideológicamente peligroso como que no hay
que hacerle bullying a otros alumnos
por su orientación o su identidad sexual.
Yo, la verdad, maldigo el momento en el
que al constituyente se le ocurrió mencionar este derecho en el artículo
dedicado a la educación. Para empezar, porque no añadió nada: la libertad de
conciencia ya incluye, como es lógico, el derecho al proselitismo y a transmitir
las propias convicciones a los hijos (1). Desde el momento en que se reconoce
la primera (artículo 16 CE) no es necesario mencionar de expresa el
segundo. Y en cuanto a la rotundidad que parece aportar el inicio de la frase
(ese “los poderes públicos garantizan”), en realidad no es tal. Si estamos ante
un derecho fundamental, por supuesto que los poderes públicos deben
garantizarlo. No, el artículo 27.3 CE no añade nada.
Lo que sí hace es restar. Restar derechos
a los menores en detrimento de los de sus padres. Porque este derecho ha sido
enarbolado siempre desde las mismas posiciones ideológicas y siempre para lo
mismo: para exigir que los niños sean aislados de la realidad. Da igual que hablemos
de Educación para la Ciudadanía (no pararon hasta que no se la cargaron) o de
charlas impartidas por un colectivo LGTB. El presidente de ese chiringuito
expendetítulos que es la Universidad Católica San Antonio de Murcia lo ha dejado claro: “soy católico y no quiero que estas personas le den educación
a mis hijos o a mis nietos”. Blanco y en botella.
El problema es que este derecho no se
interpreta así. Los colectivos como el Foro de la Familia hacen, porque les
interesa, una interpretación no ya extensiva sino omnicomprensiva. El derecho a
elegir la educación religiosa y moral de los propios hijos aparece como una
especie de leviatán que se traga todo lo que se le pone por delante, cuando no
es eso en absoluto. Estamos, más bien, ante un derecho de mínimos, que pretende
garantizar la libertad ideológica de los padres a la hora de criar a su prole,
pero que no limita a otros agentes que también puedan tener interés en impartir
formación ética.
Me explico: el derecho del artículo 27.3
sirve para impedir que el Estado monte gulags educativos, no para otra cosa. Si
unos progenitores católicos quieren que su prole sea educada en los valores
católicos, el Estado no puede prohibírselo; al contrario, debe garantizárselo.
Los padres pueden impartir doctrina católica a sus hijos, por sí mismos o
mediante terceros designados por ellos (sacerdotes, catequistas, etc.), y los
poderes públicos no pueden interferir ahí. Pero, una vez garantizado este
derecho, nada impide que los menores reciban otras educaciones morales y éticas, a cargo de sujetos distintos a
sus propios padres, y que podrán entrar más o menos en conflicto con la
impartida por sus progenitores.
Pretender lo contrario sería, en primer
lugar, ilusorio. La formación ética de una persona raras veces depende solo de
clases regladas. El grupo de iguales, el ejemplo de otras personas, los
mensajes que llegan de la televisión o de Internet, la propia experiencia… todo
eso va tallando la ética de una persona en crecimiento y determinará lo que
considera aceptable e inaceptable al final de su adolescencia. Si entendemos el
derecho del artículo 27.3 CE tal y como parece concebirlo el Foro de la
Familia, estaríamos habilitando a los progenitores para encerrar a su prole en
una burbuja en la que todas esas influencias anticatólicas queden anuladas. Y
eso es imposible (2).
Pero es que además hay otros sujetos que
tienen la expectativa legítima de impartir educación ética a los menores. Y sí,
me refiero a los poderes públicos. Si el párrafo 3 del artículo 27 CE reconoce
el derecho de los padres a que sus hijos reciban formación moral acorde a sus
convicciones, el párrafo 2 permite al Estado educar en valores: dice que la
educación tiene por objeto educar en el respeto a los principios democráticos y
a los derechos fundamentales. Esta es la base jurídica que, en último término,
permitía impartir la asignatura de Educación para la Ciudadanía, y es la que
amparaba las charlas dadas por el colectivo LGTB en Murcia. La idea de que la
escuela pública es un lugar neutral dedicado solo a la transmisión de
conocimientos está hoy ampliamente superada.
Y luego están, claro, los derechos
fundamentales de los menores. Porque aquí parece que el interés del menor no
importa, cuando es el criterio básico. Los hijos de estos católicos enfurecidos
tienen derecho a que se les hable de
orientaciones sexuales e identidades de género distintas a la normativa. Es
perfectamente posible que ellos tengan esas orientaciones e identidades, y que
una charla sobre el tema les siente como agua de mayo. Que sus padres sean unos
retrógrados no es base suficiente para discriminar a unos alumnos que puede que
necesiten más que los demás que alguien les diga que no son monstruos.
Pero es que además, aun suponiendo que
los hijos de estos foreros familiares sean cishetero, la educación sobre temas
LGTB sigue siendo necesaria. Y lo es tanto por ellos (para que aprendan a
tratar con una diversidad que existe en el mundo real pero a la que quizás no
están acostumbrados) como por el alumnado LGTB, que sufre unas tasas de acoso
escolar de lo más preocupante. Recordemos que las charlas que han prohibido en
Murcia no eran lavados de cerebro para homosexualizar niños, sino actividades
para prevenir el bullying.
Así que no, no cuela. Señores del Foro de
la Familia, nadie les impide educar a sus hijos en la fe católica; al
contrario, se trata de un derecho que debe respetarse. Pero ese derecho no lo
cubre todo. Abarca que ustedes impartan formación moral, no que veten el acceso
de sus hijos a otras fuentes de valores, por muy en conflicto que estén con los
de su religión. Claro, es obvio que ustedes tienen miedo de que esa formación
católica no aguante la comparación con valores sanos y sin olor a cerrado. Pero
eso, me disculparán ustedes que lo diga, es su problema.
El Estado debe educar en valores. Si esos
valores chocan con los impartidos por las familias, el conflicto deberá
resolverse en la mente de cada alumno, no mediante la retirada de uno de los
contendientes a golpe de artículo constitucional mal entendido. Tú tienes
derecho a educar a tu prole en tus propias ideas, no a que esa educación tenga
efecto (algo, por lo demás, imposible de garantizar) ni a meter a tus hijos en
una cámara de eco donde solo escuchen tus sermones.
Y por encima de todo: no, no, por
supuesto que no merma tus derechos como padre que a tus hijos les impartan una
charla anti-bullying.
(1) Así lo reconoce la Ley Orgánica de
Libertad Religiosa en su artículo 2.1.c.
(2) Aparte de, por supuesto, perjudicial
para el menor. Pero al Foro de la Familia le dan igual los menores; solo
quieren calmar sus conciencias de católicos culpables.
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Pero Vimes, te olvidas del valor nº 1 del forero familiar que además comparte con todo buen acosador: el victimismo ilimitado y fuera de toda escala. Sin ello, hasta parecerían personas sensatas de vez en cuando y no catolicyborgs paranoicos con cualquier cosa que según ellos amenaze su rancia visión del mundo.
ResponderEliminarDe verdad, a veces pienso que las cosas tienen solución y que con el tiempo la sociedad progresa y estas cosas van quedando relegadas al pasado, su único lugar legítimo, luego lees un par de noticias y lo único que te apetece es abolir la Iglesia Católica como institución a fuego y hierro. No se merecen otra cosa. Y por cierto, tu uso del término "Leviatán" aquí no podría ser más acertado ni más irónico ya que Hobbes dedicaba todo el último capítulo de dicha obra a cagarse en la IC por todo.
Hombre, por supuesto, el forero familiar siempre está en medio de una conspiración para molestarle. ¿Acaso lo dudabas?
EliminarLo dije ya en twitter pero lo repito aquí: esta gente vive en un mundo paralelo que se han creado. La diferencia entre grupos como el foro de la familia y una secta es que las sectas suelen tener menos influencia pública. Estos tipos tienen su propio mundo en que las creencias absurdas que les inculcaron son la verdad, los hechos científicos que las desmienten son "ideología de género", los homosexuales (o "maricones" como ellos los llaman) son enfermos, las mujeres son inferiores y nosotros somos una panda de comunistas siervos de Satán por atrevernos a sugerir otra cosa.
EliminarYa te leí, ya. Menos mal que saliste de allí :/
EliminarBueno, no podían tenerme dentro más que hasta los 18. Y lo que es la educación (matemáticas, física...) que dan en sus escuelas mala no es, la verdad.
EliminarCualquiera diría que, de hecho, lo que quieren es que sus hijos le hagan el bulliying a los demás...
ResponderEliminarLes preguntas eso y la respuesta es algo así: https://www.youtube.com/watch?v=GHIAJ6maeNs&feature=youtu.be&t=8s
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