domingo, 2 de marzo de 2014

Actitud positiva

Dándole vueltas a cómo empezar un post en un blog ajeno he pensado que la mejor manera es ser clara y directa. Soy @TallulahBeesley y la semana pasada asistí a un curso de coaching. Os lo resumo rápidamente: estoy en un P.I.E. (Programa Integral de Empleo) y desde ahí me apuntaron al curso para ayudarme a buscar empleo usando el coaching como herramienta. Había escuchado hablar de coaching y coachs pero no sabía lo que era ni a qué me iba a enfrentar. Tras el primer día mi indignación fue tal que terminé desahogándome en Twitter. A raíz de ahí, @miquintopino y @Daurmith me propusieron usar un hashtag para comentar el curso y elegí #coachinadas (emulando el HT que usa @Daurmith, #punsetadas).

Paso a relatar día a día lo que más me indignó del curso y lo poco que saqué de él favorable a mi situación de desempleada de larga duración. Para indicaros mi opinión al respecto, al final de cada situación pondré MAL o BIEN entre paréntesis:


LUNES

El primer día creo que fue el peor y el más insultante para todos los que estábamos allí. Éramos 32 personas que no teníamos ni idea de lo que nos esperaba. Comenzó la Coach#1 presentándose. Estuvo aproximadamente media hora contándonos su estupendísima vida: viajes, estudios, trabajos, maternidad, infancia: todo muy interesante (*cartelito de sarcasmo*) (MAL). Tras ella, se presentó la Coach#2; una mujer que nos contó cómo superó una terrible enfermedad gracias a su actitud positiva y que nos convidó a presentarnos diciendo “estoy en paro, pero no pasa nada” con una sonrisa de oreja a oreja (MAL). En este punto, mi cabreo ya era de un nivel considerable y ya me había preguntado 3 veces qué demonios hacía allí metida. Tras ellas, nos tocó el turno a las personas que estábamos allí sentadas con cara de no entender nada.

La Coach#2 nos habló de su filosofía de vida: la actitud positiva. Nos espetó que nuestro problema a la hora de buscar trabajo y de estar desemplead@s era que no teníamos actitud positiva. Pudo decir como 20 veces “actitud positiva” mientras hablaba. Y nos lo decía a nosotr@s, parad@s de larga duración a l@s que la actitud positiva ni nos va a dar de comer ni nos va a calentar por las noches. Nos dio una serie de recomendaciones para no estar angustiad@s, tristes o decaíd@s por no encontrar empleo: levantarnos por la mañana y maquillarnos, afeitarnos esa barba de tres días y ponernos la mejor ropa que tengamos (MUY MAL). Con estos consejos, según ella, conseguiríamos afrontar el día con actitud positiva y la cabeza bien alta. Y nos puso un ejemplo de actitud positiva, un ejemplo que es el HORROR. Nos contó que en el campo de concentración de Auschwitz sobrevivían aquellas personas que tenían dependientes, hijos o retrasados (¡) a su cargo. Sobrevivían porque vivían por y para otras personas y por eso tenían una actitud positiva. Parece que para ella, el tema de las cámaras de gas fue un detalle secundario y sin importancia para la supervivencia en Auschwitz (MUY MUY MUY MUY MAL).

Tras los delirios de la Coach#2, la Coach#1 nos contó el cuento de la zanahoria, el huevo y los granos de café. La conclusión de éste era que teníamos que preguntarnos si somos como la zanahoria que es dura pero tras hervirla pasa a ser blanda, como el huevo que es blando y tras hervirlo pasa a estar duro o como los granos de café que son duros y si los hierves sueltan lo mejor de sí mismos y siguen siendo duros; tomando el agua hervida como una adversidad que tenemos que afrontar (MAL).

Para finalizar la primera y peor sesión de coaching nos sacaron al patio a hacer el ganso. Por grupos, tuvimos que elegir una frase motivadora. Estando todos en círculo, grupo a grupo íbamos saliendo al centro y mientras andábamos teníamos que ir gritando nuestra frase para conseguir que los demás fueran uniéndose al grupo y la gritaran con nosotr@s. Salieron las típicas frases de “querer es poder”, “nadie va a pararme”, y demás chorradas. Al final, la Coach#1 nos animó a decir alguna frase motivacional más que se nos ocurriera. Uno de los que allí estábamos gritó “¡Con dos cojones!” y comenzó a andar en círculo. El resto comenzó a seguirle poco a poco, gritando la frase con él. 5 mujeres y yo nos quedamos en nuestro sitio y cuando nos animaron a participar les contesté “yo no tengo cojones, tengo ovarios”. La mujer que estaba a mi lado me miró sonriendo y asintió. En fin, creo que no hace falta comentar lo chorrada que es hacer dinámicas de este estilo y la machirulada que se mercaron al final (MAL).


MARTES

El segundo día fui con miedo por no saber qué clase de paparruchadas nos iban a soltar. Comenzamos con un repaso de las cualidades y los valores que teníamos que tener: actitud positiva, motivación, seguridad y fuerza interior. La palabrería del coaching ahonda mucho en términos que se usan en la autoayuda (MAL).

Hicimos un trabajo de debate sobre unas frases que nos proporcionaron en tarjetas. Eran frases del tipo “me cuesta mucho pedir ayuda, prefiero siempre buscarme las soluciones” o “no me tomo el tiempo necesario para pensar las cosas importantes, necesito respuestas rápidas”. No estuvo mal porque nos hizo participar en un debate bastante interesante sobre cómo solemos afrontar los problemas o las incidencias que surgen en nuestra vida (BIEN).

Tras una pausa nos pusieron a dibujar nuestra “rueda de la vida”. Se trata de un círculo dividido en distintas secciones. Cada una de ellas está referida a una situación, un componente o una disciplina de nuestra vida y de lo que somos. Las secciones eran: cabeza, cuerpo (referido al físico), emociones, salud, familia de origen, familia actual/pareja/romances, amigos/ocio, economía, trabajo/carrera/estudios y crecimiento personal. Nos invitaron a tachar los que no nos sirvieran o a sustituirlos por otros que sí (en este punto, yo taché cuerpo y puse feminismo). Puntuamos del 0 al 10 el nivel de satisfacción que tenemos en cada área, huelga decir que tod@s pusimos 0 o 1 en trabajo y economía. Nos invitaron a comentar qué podríamos hacer para cambiar las puntuaciones de las áreas más bajas y comenzaron con el ejemplo de cuerpo. Aquí ya me eché las manos a la cabeza con el ejemplo: la Coach#1 nos contó que no hace mucho pesaba 40 kg más. No tenía problemas de salud y no se veía mal con su cuerpo pero decidió que tenía que adelgazar para “sentirse mejor consigo misma”. Un ejemplo muy revelador. Nos preguntaron qué áreas teníamos que mejorar y, por fin, alguien dijo economía. La respuesta literal de la Coach#1 fue: “mmmm economía… se me ocurre que para mejorar vuestra economía lo que tenéis que hacer es buscar….mmmmmm…. buscar fuentes de ingresos. Ya está: la economía se soluciona buscando fuentes de ingresos. Seguimos, vamos a ver ahora las emociones que es mejor trabajarlas porque…”. Aquí nos miramos todos con caritas de incredulidad ante lo que acababa de soltar (MAAAAAAAL).

Para el área de las emociones nos puso un ejemplo: en su escuela de coaching trataba con un grupo de ejecutivos cuyo problema era que trabajaban hasta 14h al día y no podían disfrutar de todo lo que ganaban con sus familias. Tenían problemas para afrontar sus emociones (ay, pobres) y ella se encargó de ayudarles, apoyarles y guiarles para que tomaran las riendas de su vida personal y fueran felices. Este fue el mejor ejemplo que se le ocurrió ponernos a nosotr@s, parad@s de larga duración (MAL).

Para rematar el día nos hablaron (demasiado) de emprender y nos pusieron este horrendo y machista vídeo: 




MIÉRCOLES

Por fin el tercer día fue más tranquilo. Nos hablaron del método SMART para fijar nuestros objetivos a través de preguntas. Con un PowerPoint (no podían faltar) nos fueron haciendo distintas preguntas para aclarar y apuntar nuestros objetivos. Las primeras preguntas eran bastante absurdas, del estilo:

-¿Qué es lo que quieres?

-TRABAJAR.

-¿Qué quieres lograr exactamente?

-¡¡¡¡¡TRABAJAR!!!!!!

Luego ya vinieron preguntas mejores y concretas sobre cuáles son nuestras fortalezas, debilidades, oportunidades y habilidades. Esto me pareció una chorrada porque yo sí tengo claro cuál es mi objetivo y lo que quiero conseguir pero hubo mucha gente a la que le sirvió bastante el hacerse esas preguntas y fijarse los objetivos (BIEN).

Tras esto, otro vídeo de horror:




Por último, nos sacaron de nuevo al patio a hacer dinámicas (a hacer el ganso) hasta que llegó la hora de irnos (MUY MAL).


JUEVES

El jueves fue el día más productivo para mí, por fin hablamos de trabajo en serio. Hablamos sobre cómo afrontar una entrevista de trabajo y cómo emprender (BIEN). Para ambas opciones nos mostraron una lista de 34 talentos confeccionada por el Instituto Gallup de Madrid (se encarga de hacer estudios de mercado). La lista la generaron a raíz de los perfiles de trabajadores que buscan las empresas. Esta parte me pareció la más interesante del curso porque me ayudó a saber todo lo que puedo ofrecer como trabajadora y cómo expresarlo en una entrevista de trabajo (BIEN). Pero no podía ser todo tan bonito y estupendo. En el talento 5, “organizador – director de orquesta” que consiste en ser capaz de gestionar varias variables a la vez, la Coach#1 nos puso como ejemplo que ella tenía este talento. Lo tenía tan desarrollado que usaba el coche como oficina hasta el punto de que le han quitado varios puntos del carné de conducir. “Soy tan multifuncional que me faltan puntos del carné de conducir, jajajajaja”. Un ejemplo a seguir, nunca mejor dicho (MAL).


VIERNES

El último día nos dieron a elegir entre hacer collages o salir al patio a hacer dinámicas sobre las emociones. Yo elegí hacer collages (por no volver a hacer el ganso) pero al final quedaron entre las coachs en hacer ambas cosas. Primero nos pusimos los collages: teníamos que hacer 4: uno sobre el futuro que queremos tener, otro sobre el aprendizaje (aquellas habilidades que necesitamos para conseguir ese futuro), otro sobre los obstáculos y el último sobre lo que nos había ayudado a conseguirlo. El ejercicio consistía en imaginarnos en nuestro futuro con todo aquello que queremos conseguir y volver desde el futuro al presente pasando por todo lo que hemos tenido que hacer y aprender para lograrlo (MAL). Una chorrada como un castillo de grande pero me pareció mejor que salir a hacer el ganso.

Para finalizar el último día hicimos las dinámicas sobre las emociones. Se trataba de conseguir generar una emoción en nuestra mente a través de nuestro cuerpo por medio de posturas. Las emociones que tratamos fueron: miedo, alegría, tristeza, rabia, amor de ternura y amor de seducción (ya empezamos mal). Nos pusieron a hacer el tonto: “ladea la cabeza, abre la boca, anda con indiferencia, respira fuerte…” para que sintiéramos esas emociones. En fin, hacer el ganso mucho (MAL).

Para finalizar, la Coach#1 se despidió definiéndose como una “incordiadora cordial” y una “líder emocional” (MUY MAL).

Nos pasaron dos cuestionarios: uno de la escuela de la Coach#1 y otro del P.I.E.. En ambos puse con demasiado respeto la mierda que me parecía todo aquello. Nos pidieron los emails para enviarnos tooooodos los PowerPoint que habían usado durante el curso (por supuesto no les di el mío) y firmar un permiso para usar las fotos y vídeos (¡) que nos habían hecho en su página web, cosa que tampoco firmé.


Así termina este resumen sobre mi semana de coaching. Añadir que casi todos los días nos pedían buscar una “pareja exótica y maravillosa” para hacer las actividades, que nos hacían técnicas de relajación casi todos los días y que aplaudían siempre que alguien terminaba de hablar.

En mi siguiente reunión con la coordinadora del P.I.E. le conté todo lo que he relatado aquí y le dejé claro que me parece una estafa y un insulto hacer cursos así con parad@s de larga duración. Alucinó con muchas de las cosas absurdas que nos dijeron durante el curso y tomó nota de lo que le pareció más indignante para tenerlo en cuenta. Y me confirmó lo peor: estos cursos están pagados con la subvención que recibe el centro por el P.I.E., es decir, está pagado con dinero público.


Muchas gracias a @ComandanteVimes por dejarme un huequito en su blog, a @KatieSony por sugerir este post, a @miquintopino y @Daurmith por el HT #coachinadas y a tod@s los que me habéis comentado los twits dedicados a #coachinadas; gracias a vosotr@s he superado este curso con muchas risas Y SIN ACTITUD POSITIVA.

7 comentarios:

  1. Como pasa siempre con todas las charlatanerías del coaching, las únicas beneficiadas por ellas son las propias coaches que las imparten.
    Y el sistema, que consigue que estés contenta y mantengas una "actitud positiva" pese a que te está jodiendo la vida y dejando sin futuro alguno.
    @SalidaPorLaIzq

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  2. Es una desgracia que una cosa tan útil como la ayuda que puede prestar un entrenador/a personal, acabe en manos y ¿¿cerebros?? de mangantes y charlatanes que juntan tres o cuatro cosas de tres o cuatro sitios, y se lanzan a masajear emociones y razones con recetas generales que no valen para nada.
    Bien por la denuncia y por la lucidez de desenmascarar el abuso y el timo.

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  3. Penoso que la charlatanería del coaching se financie con dinero público para mofarse de los parados. Me parece increíble que todavía alguien se crea que las recetas de motivación tipo militar ("¿qué es lo que quieres? ¡Trabajar!") y compulsivas (posturas para generar emociones) sirvan para algo más que para humillar. Por no hablar de la sórdida jerga pseudocientífica; qué espanto que haya mangantes que se ganen la vida con esto. Ánimo.

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  4. En mi profesión hay una máxima de los vende humos: "En la web 2.0, los únicos que sacan dinero son los que hablan de la web 2.0"... ahora traslada esto al mundo laboral. En el mundo laboral los únicos que sacan dinero son los que hablan del mundo laboral.

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  5. Menudo puto trago.
    Esto me recuerda que antes de la reforma del papa Gregorio Magno, la tristeza era un pecado por el que podías ir al Infierno. ¿Tan atrás estamos volviendo?
    Vamos a partir de que estar triste (al contrario de lo que nos indica la idea romántica de melancolía) NO MOLA UNA MIERDA. Estar en paro tampoco. Estar en paro y triste durante mucho tiempo menos todavía (¿cuantas depresiones médicas (no de las de "hoy estoy un poco depre) habrán causado las consecuencias de la crisis?)
    ¿Estarán acaso haciendo negocio como buitres con toda una oleada de gente triste y desanimada por el horrible panorama? ¿Echándoles encima la culpa de forma sutil y subrepticia de su situación?
    Ay que joderse, ¿eh? Y que encima te lo pongan como obligatorio para seguir cobrando el paro (y pagado con dinero público) ya es un nuevo nivel de cutrez y horror. Así que queréis que os diga, si me dan a elegir entre las chinchetas en las comisuras de los labios y la mala cara, elijo la mala cara. Estar sonriente cuando te están dando por culo es estúpido. Al mal tiempo, el dedito de en medio de la mano.

    Y bravo por Tallulah y su post. Te deseo que todo te salga bien y que no tengas que hacer otra coachinada de estas.

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    1. Tras esa lamentable semana puse una queja pero no creo que sirva de mucho, al INEM le viene bien para ir metiendo en nuestras cabezas la idea del emprendimiento; muy vomitivo todo. Ah, una aclaración: no cobro paro ni subsidio ni nada, simplemente estoy en un PIE del que, si me voy, se me "penaliza" y la oficina de empleo deja de contar conmigo para cursos formativos, talleres de empleo y demás servicios.
      Un saludo y gracias por tu comentario :)

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    2. Saludos y recomendar la lectura de "Sonrie o muere", de Barbara Ehrenreich, un varapalo a la dictadura del Pensamiento Positivo y todo lo que hay tras el. La realidad no la cambian las actitudes, sino las acciones y tu positividad o negatividad se la refanfunfla. Tanto idiota y tan pocas balas, que decia Ford Fairlane

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