domingo, 6 de octubre de 2013

Carta a un tuitero pesado

Querido usuario de Twitter:

Si te he pasado el enlace a esta entrada es, probablemente, porque estás siendo muy pesado. Me estás pidiendo que aclare conceptos, me estás pidiendo que argumente, me estás pidiendo que te explique, me estás pidiendo que debata contigo. Incluso me lo estás exigiendo, burlándote de mí o diciendo que no tengo argumentos cuando me niego a hacerlo. Y yo no quiero hacerlo: para explicarte la razón te enlazo este texto con el ruego expreso de que lo leas y desaparezcas de mi vida.

Dos personas sólo pueden debatir si están en igualdad de condiciones. Un debate es un intercambio de argumentos, y por ello mismo para tenerlo es necesario que todos los intervinientes tengan un conocimiento semejante del tema a discutir. Y tú y yo, amigo mío, no estamos al mismo nivel. No lo estamos porque has entrado en mi vida preguntando por conceptos básicos, ideas que yo domino y que para ti son nuevas. Sí, sé que suena ofensivo en estos tiempos donde parece que todo es debatible y la opinión de todos cuenta, pero si de un tema en concreto sé yo más que tú, no podemos tener un debate. Podemos tener, en todo caso, una clase en la que yo te explico y tú me escuchas.

El problema es que tampoco me apetece educarte. Yo mi cuenta de Twitter (y mi blog, ya que estamos) la tengo para soltar mis opiniones. Si alguien me pide ayuda o información sobre un determinado tema la daré o no según me salga de las narices. Si es una persona que realmente tiene curiosidad, contestaré; si es un troll, alguien que hace preguntitas capciosas o una persona que no tiene un verdadero interés, no. ¿Qué cómo diferencio? Muy fácil: si me estás preguntando desde el desconocimiento absoluto por conceptos que podrías aclarar en Wikipedia o buscando un poco en blogs especializados, paso de contestar.

Vivimos en la era de la información. Sobre lo que quiera que te interese tienes un montón de recursos gratuitos. Las bibliotecas públicas siguen existiendo. Preguntar a alguien anónimo por Twitter no es la mejor manera de obtener información básica sobre ningún tema. Lee, cuestiónate las cosas que crees saber, infórmate un poco, tómate tu tiempo y, entonces, con alguna base, ven a preguntar. Quizás entonces te pueda aclarar tu duda o incluso podamos tener una discusión fructífera. Pero antes no.

Ten en cuenta que no te debo nada. Sólo porque yo sepa de Derecho, de feminismo (muy poquito) o de cualquier otro tema no quiere decir que tenga el deber de formarte. Sí, sé que esto te molesta, pero es lo que hay: algunas personas estamos muy hartas de explicar lo mismo siempre, y que nos vengan con exigencias nos cabrea aún más. Hablaremos de los temas que nos interesen cuando queramos y con quien queramos. Faltaría más.


Y ahora, usuario de Twitter, tienes dos opciones. La primera es obviar esta entrada, pensar que si no debato contigo es porque no tengo argumentos para ello en vez de porque paso de tu persona y seguir creyendo que lo sabes todo. La segunda es dejar de comportarte como un crío y empezar a leer cosas de ese tema sobre el que, dices, tienes interés. 

Quién sabe, quizás aprendas algo.

5 comentarios:

  1. Sugerencia: como este blog tiene opinión y divulgación, podrías anotar las principales carencias y problemas de concepto de la gente y escribir sobre ellos, o poner una lista de links si ya otros los han dejado claros. Así, en futuros debates, poder redireccionarles y ahorrarte la charla sin quedar como de que no quieres discutir, y quedas como un señor.

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    1. Esta respuesta a la "Carta a un tuitero pesado" es como de haber leído pero solo para buscar cómo menospreciar y desacreditar al autor de la entrada. Pero cuando dice "Y si te pidiera que me educaras, tendrías que hacerlo" ya se entiende todo. Pretende dejar en evidencia al feminismo y solo consigue evidenciar que su pene blanco no está acostumbrado a que no hagan lo que él quiere. Veo totalmente lógico que el autor del blog no haya malgastado su tiempo en contestar a esto, pero sinceramente alguien tenía que decirte que no has entendido nada.

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    2. Huy, si la ha dejado otra vez. Pues nada, procediendo al borrado.

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