No
sé cómo empezar este post, porque supone una retractación pública de todo lo
que he pensado hasta ahora. Yo siempre había defendido el eufemísticamente
llamado “derecho a decidir”. Siempre había considerado que el derecho de los ya
nacidos estaba por encima de esas masas apenas vagamente antropomorfas. Y que
si había, por ejemplo, menores de edad internados y privados de conciencia y
podían ser salvados mediante la destrucción de una de esas masas, era totalmente
legítimo hacerlo.
Ahora
ya no estoy tan seguro. Estas semanas han circulado por Internet unas fotos de
uno de estos pequeños seres humanos a los que yo llamaba eufemísticamente “masas”.
Por un proceso natural había sido arrancado antes de tiempo del lugar en que
crecían hasta su completa maduración. Ver las fotos de esos seres, en todo
iguales a una persona completamente desarrollada, produjo un vuelco en mi
corazón. Imaginar a médicos, a gente que presuntamente se preocupa por la salud
de otros, extrayendo a esos seres y troceándolos sólo por la voluntad de
alguien me retuerce las tripas.
Dicen
los antivida que estamos hablando de seres sin sistema nervioso. Sin embargo,
hay pruebas de que lloran cuando se les hace daño: ¿cómo no van a tener
entonces sistema nervioso? Los que hasta hoy han sido mis compañeros de filas
mienten vilmente: cualquiera que busque fotos por Internet puede apreciar las
caritas de estos pequeños seres humanos retorciéndose cuando han sido vilmente
acuchillados.
Hay
quien dirá que asesinarlos es necesario. Y yo digo, ¿cuándo es necesario el
asesinato? ¡Nunca! Sí, es cierto, hay menores de edad que necesitan un medicamento hecho con trozos de estos pequeños hombrecitos, pero poniendo en una balanza la
muerte de un bebé y la mera salud de alguien ya nacido, debe evitarse aquella a
costa de ésta, por muy duro que suene. Habrá quien alegue que las personas que
necesitan el medicamento no tienen culpa de estar petrificadas, que Hogwarts ya no
es un lugar seguro, pero yo digo: ¡que no hubieran estado levantadas a esas
horas! No es que sea culpa suya que las haya petrificado un basilisco, pero si
se hubieran quedado en sus salas comunes ahora no nos veríamos en esta
situación.
Y
se me llamará cruel, pero prefiero que Colin Creevey, Hermione Granger o Nick
Casi Decapitado queden petrificados de por vida a que se mate a una sola raíz
de mandrágora más.
(Post inspirado por @oideun)
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