Hoy la entrada no es mía. Cedo el teclado a @aqueloutrado, que escribe sobre la famosa (o infame, según se mire) entrevista a ElRubius que se marcó El Mundo la semana pasada.
He de reconocer que no soy su mayor fan. Es cierto que en su día vi alguno de sus primeros vídeos, aquellos en los que no enseñaba la cara, y me parecían graciosos. Aunque también es cierto que a mí es muy fácil hacerme gracia, así que tampoco es para tanto. De su etapa actual no sé si llegado a ver algún vídeo entero, pero el caso es que no eran lo mismo, por lo que no le presté mucha atención. No pienso entrar en si su éxito es o no merecido; no creo que yo sea el apropiado para juzgarlo, si es que alguien lo es. Pero el caso es que ahí está, en lo más alto. Sea suerte, sea haber estado en el momento y lugar adecuado, o sea que el tío es el Amenábar de la red, ahora no hay persona, dentro de este submundo al que llamamos internet, que no conozca a ElRubius, para bien o para mal.
He de reconocer que no soy su mayor fan. Es cierto que en su día vi alguno de sus primeros vídeos, aquellos en los que no enseñaba la cara, y me parecían graciosos. Aunque también es cierto que a mí es muy fácil hacerme gracia, así que tampoco es para tanto. De su etapa actual no sé si llegado a ver algún vídeo entero, pero el caso es que no eran lo mismo, por lo que no le presté mucha atención. No pienso entrar en si su éxito es o no merecido; no creo que yo sea el apropiado para juzgarlo, si es que alguien lo es. Pero el caso es que ahí está, en lo más alto. Sea suerte, sea haber estado en el momento y lugar adecuado, o sea que el tío es el Amenábar de la red, ahora no hay persona, dentro de este submundo al que llamamos internet, que no conozca a ElRubius, para bien o para mal.
Yo había pasado
de él bastante, de hecho, desde que dejé de ver sus vídeos. Ni me habría acordado
de su existencia excepto por algún que otro retweet de cuando en cuando. O como
aquella vez que un primo de mi novia, aún demasiado joven para ser considerado
adolescente, me quiso poner un vídeo muy gracioso que había visto en internet y
resultó ser uno suyo. Eso, combinado con que su fama aumentó de repente de
manera exponencial, hizo que a mis ojos, de un día para otro, el mismo tipo que
hacía chistes tontos sobre bukakes en Skyrim se hubiera convertido en todo un
fenómeno nacional. No es que no hubiese habido pistas, es sólo que yo pasé de
seguirlas.
Para cuando
ElRubius salió en prime time de la televisión
nacional gracias a Risto Mejide yo ya era consciente de hasta donde había
llegado el éxito del youtuber, por lo que decidí ver la entrevista. La vi en
YouTube; lo siento, Atresmedia. El programa me gustó mucho, y me permitió ver
un lado de ElRubius que no me esperaba para nada. No era sólo el payasete de
internet, tenía sentimientos. Tanto me gustó la entrevista que empecé a
seguirle a él (y a Risto) inmediatamente en Twitter (1)
El caso es que
estos días ElRubius está más de moda que de costumbre. La causa es una
entrevista que le han hecho en la que parece ser que no lo han dejado en tan
buen lugar como lo hizo Risto en su día. Sentí curiosidad así que decidí a leer
la entrevista. Encontré lo que la gente en mi timeline decía que encontraría:
ignorancia por parte del entrevistador y topicazos a go-go.
La ignorancia
periodística, pese a que es algo que sigue estando muy feo, no es algo que nos
vaya a sorprender a estas alturas. Su evidencia se hace palpable en los
ambientes que frecuenta un servidor, que vienen a ser videojuegos, rol,
tecnología y demás cosas frikis que no parecen estar hechas para la gente de
bien; pero no es exclusiva de ellos. Si prestamos atención podemos encontrarla
en otros temas mucho más "serios".
El caso es que,
como sea, estamos acostumbrados a que los periodistas no siempre tienen idea
sobre aquello de lo que están hablando. No es que sea muy profesional, es
cierto, pero bueno, estoy escribiendo estas líneas en mi oficina en vez de
estar arreglando bugs de una aplicación que tiene más fallos que aciertos así
que tampoco voy a criticar la falta de profesionalidad ajena. Sin embargo, no
dejaré de aprovechar para hacer hincapié en que buscar un poco de información
antes de ponerse a escribir a lo loco nunca ha matado a nadie. Tampoco voy a
entrar a opinar si enviar a entrevistar a un youtuber, probablemente el trabajo
más nuevo del mundo, a una persona que ni siquiera tiene tarjeta bancaria es la
estrategia más adecuada. Lo que sí que voy a criticar es el hecho de que el
entrevistador faltase el respeto al entrevistado de una manera tan descarada y
poco elegante, a no ser que ahora resulte que la publicación es de corte
humorístico, como cuando en Caiga Quien Caiga entrevistaban a Esperanza
Aguirre, y yo no me he enterado.
El caso es que
las transcripciones de las respuestas del youtuber están llenas de "no sé...",
"emmm...", "esto..." y demás coletillas. Por si esto no
fuera suficiente para mostrar al lector que se trata de un entrevistado con
poca agilidad verbal, el propio entrevistador lo recalca en reiteradas
ocasiones y no se corta al dar a entender que el chaval no era el más listo de
su clase. A lo mejor el único fallo en la inteligencia del Rubius es querer ir
con la cara por delante y no tener ya preparadas las respuestas a las preguntas
gilipollas que no dejan de hacerle una y otra vez, pero es que ni siquiera me
imagino que otros personajes de interés público en ámbitos donde no es
necesaria la inteligencia, como según qué espectáculos o deporte (2) contesten
a las preguntas de una entrevista sin titubear o sin encontrarse un solo
problema a la hora de explicar un punto. De hecho es que dudo mucho de que eso
no pase en otros ámbitos donde la inteligencia sí que debería ser un factor,
como en la política. Joder, "¿y la europea?".
Me parece una
actitud totalmente reprochable por parte del entrevistador, una falta de
respeto enorme hacia la persona del entrevistado y de sus admiradores totalmente
fuera de lugar. Si haces una entrevista, haces preguntas y transcribes las
respuestas, punto. Si estas de bajón porque tu jefe te ha mandado entrevistar a
alguien que no te cae bien, aunque sea porque piensas que no se merece el
dinero que gana, te jodes y apechugas. Pero si quieres hacerte llamar
periodista serio expones los datos que tienes de una manera objetiva y neutra,
sin juzgar si un chaval de 25 años podrido de pasta, cocina, se alimenta a base
de pizzas, o llama al cátering de Samantha Vallejo-Nágera. Si su estilo de vida
no te parece saludable, me parece muy bien, pero no se lo intentas inculcar a
tus lectores.
Si acaso lo
tuiteas, como hacemos todos.
(1) Auronplay no tuvo tanta suerte. De
hecho de haber sido yo una persona que hace más uso de YouTube probablemente
hasta habría intentado ver alguno de los videos que hace, pero tampoco nos
íbamos a exceder.
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